Denominada 'la epidemia silenciosa', ya que sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales
El aumento de la incidencia de la enfermedad renal crónica se relaciona con cuestiones como el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, pero principalmente con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables de más del 40% por ciento de los nuevos casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo. De ahí que los nefrólogos hagan un llamamiento sobre la importancia de promover la salud renal y adoptar hábitos de vida saludables como medida de prevención para frenar el avance de una patología que ya se conoce como 'la epidemia silenciosa', pues sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales.
La enfermedad renal, tal y como advierten los expertos, cuenta con una tasa de infradiagnóstico que supera el 40%. La detección precoz, apuntan desde la Sociedad Española de Nefrología, "permitiría reducir los efectos del daño renal, e incluso revertirlo si se trata en sus primeras fases".
Síntomas de que los riñones no van bien
El diagnóstico precoz, como en cualquier enfermedad, es clave. De ahí la importancia de no subestimar algunos síntomas o señales que nos alertan de que nuestros riñones no funcionan bien.
Seguir unos hábitos de vida saludables contribuye al cuidado de los riñones, y constituye la mejor prevención frente a la enfermedad renal crónica. Entre los consejos: