El concierto programado para el próximo 10 de enero ha generado polémica en las últimas semanas
El Ayuntamiento de Salamanca ha cancelado el concierto de 'Los Chikos del Maíz', una cita inicialmente prevista en la programación municipal para el 10 de enero en la Sala B del Centro de las Artes Escénicas y de la Música (CAEM).
Aunque tenía ya agotadas para la venta, el equipo de Gobierno inició hace unas semanas las gestiones, entre ellas jurídicas, para proceder a la rescisión del contrato, lo que supondrá el abono de 500 euros desde las arcas municipales.
El pasado 19 de diciembre y en respuesta a la pregunta de los medios sobre este asunto, el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, dijo: "Quiero para mi ciudad, una ciudad que es de concordia, ámbitos de moderación sosegada y serena, y de debate, siempre teniendo por antonomasia que poner el acento en la convivencia y en la ordenada convivencia".
"No estoy de acuerdo con grupos o personas, sean políticos o tengan la actividad que tengan, que inciten a la violencia", ha continuado durante unas palabras en las que remarcó que "cualquier expresión de este tipo que incite a la violencia" será "incompatible" con Salamanca.
El regidor municipal, en esa misma intervención ante la prensa, argumentó que el equipo de Gobierno quiere que Salamanca sea "un ejemplo de concordia, de moderación; extremismos y radicalismos, no".
Posteriormente, en el pleno del pasado viernes, la concejal de Cultura, María Victoria Bermejo, ha reconoció que fue "un error" la presencia del concierto de Los Chikos del Maíz en la programación de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.
En palabras de la edil, era oportuno rectificar esta cita de la Sala B del Caem y con las entradas ya agotadas, pues esta formación hace "apología de la violencia" en sus canciones, en las que "da cabida a una serie de mensajes que invitan al puñetazo, a la patada en el vientre o al ahorcamiento" de quienes tienen "otras ideas" distintas.
En el mismo pleno municipal, el concejal de Ciudadanos Fernando Castaño mostró también sus discrepancias con el concierto y defendió la cancelación del concierto, frente a la postura contraria de los grupos Socialista y los integrantes del Grupo Mixto, que utilizaron expresiones como "tufillo sectario" o "ataque" a la libertad de expresión para defender que no se retirase de la programación.