En varias trincheras el paso está cortado por piedras de gran tamaño y árboles ocupan la caja y los aledaños de la vía, denotando abandono y dejadez, y la gente continúa haciendo el recorrido de forma libre
Desde hace unos días, piedras, árboles y arbustos tapan las traviesas y los railes del trazado ferroviario del Camino de Hierro, los últimos 17 kilómetros de la vía férrea BIC La Fuente de San Esteban-La Fregeneda-Barca d`Alva. El temporal de la semana pasada, especialmente las borrascas Elsa y Fabien, han provocado derrumbes en las trincheras existentes a lo largo de este trazado: grandes piedras de pizarra y granito de los taludes de ambos lados de la trinchera han caido sobre la caja de la vía y en su parte externa. En varios puntos, las piedras han arrastrado consigo árboles y arbustos, que cortan totalmente el paso a los viandantes.
Además, los fuertes vientos de la borrasca Fabien han provocado el desprendimiento de alguna de las vallas protectoras que se han colocado recientemente en las barandillas de los puentes.
A las consecuencias del temporal se suma el estado de abandono que se nota en muchos tramos del trazado ferroviario, invadidos por la maleza en el interior y en el exterior de la caja de la vía. La basura (plásticos, latas y restos de comida) en varios puntos del trazado y en la estación de La Fregeneda, denotan también dejadez en el mantenimiento del Camino de Hierro.
Y es que, los excursionistas siguen llegando dispuestos a recorrer la ruta del Camino de Hierro, los 17 kilómetros de trazado ferroviario comprendido entre la estación de La Fregeneda y el muelle fluvial de Vega Terrón, y ello a pesar de que está cerrado al tránsito y su aceso prohibido (según sigue figurando en la web de la Diputación de Salamanca).
El acceso al camino está cerrado por el gran candado colocado en la gran puerta de hierro que impide la entrada al túnel número 1, el primero de la conocida como Ruta de los Túneles y los Puentes, que se inicia en la estación de Valdenoguera, en La Fregeneda.
El candado es el único impedimento físico que advierte de que el paso está cerrado, pues en el km 101 de la carretera C-517, a cada lado del camino de acceso a la estación, hay un gran cartel anunciando el B.I.C. Camino de Hierro, carteles que han quedado al descubierto por la rotura del plástico que les ha mantenido cubiertos desde el mes de mayo.
Una vez en la estación, se aprecia que ha desaparecido el cartel de prohibición del tránsito por la vía que estaba colocado desde el cese del tráfico ferroviario en 1985, un cartel que ha sido ignorado por los cientos de personas que han recorrido a pie la vía en los últimos 34 años.
La gente sigue haciendo la ruta a pie, sin permiso, como siempre, aunque con algo más de seguridad después de las obras de rehabilitación de la infraestructura viaria promovidas por la Diputación de Salamanca con la finalidad de facilitar el recorrido peatonal de los últimos 17 kilómetros de la vía férrea.
Más de un año después de la finalización de las obras, en las que La Salina ha invertido un millón trescientos mil euros (1.300.000 euros), el Camino de Hierro sigue cerrado y abandonado a la espera de una nueva convocatoria de La Salina (previsiblemente para comienzos de 2020), que ha decidido que sea gestionado por una empresa particular.