El actor JessMartin´s y la poeta Isabel Bernardo recrean la historia de la Navidad franciscana para preparar la Nochebuena en un ambiente de recogimiento y humildad ante el pesebre y la cruz
La iglesia torcida, la iglesia escondida de San Martín de Tours, abrazada a la Plaza y al Corrillo por donde la gente se refugia del temporal de viento y lluvia, ha albergado este sábado 22 de diciembre el que probablemente sea el acto más emotivo para preparar la navidad. En un ambiente de silencio recogido, de unción expectante, gracias la Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad de Salamanca y al empeño de los artistas, se ha recreado la celebración de la Nochebuena por parte de San Francisco de Asís, una historia muy adecuada para celebrar estas fiestas regresando a la autenticidad cristiana.
Y es esta iglesia tan especial, el marco necesario, como lo eran en la Edad Media los altares improvisados escenarios del primer teatro, milagros y misterios que se representaban en los momentos álgidos de la liturgia; la Navidad y la Pasión de Cristo. Regresamos pues al origen del teatro, ritual cristiano en el que se unen los dos momentos, el del dolor representado en la Cruz y el del nacimiento de un niño. Como bien afirma JessMartin´s "Se trata de contemplar la cuna y la Cruz".
Un ambiente de silencio donde escuchar la voz del Custodio de los Santos Lugares deseando desde Belén una feliz Navidad a la ciudad de Salamanca. Una ciudad convertida en el pesebre donde hacernos pequeños para celebrar esta fiesta que toca el corazón como la música de la que surge el actor salmantino, hábito de fraile, pies descalzos y candil en las manos, dirigiéndose a través de la iglesia al Crucificado. Pocos elementos escénicos, la iglesia todo lo suple, para contar la historia sucedida tres años antes de la muerte del santo en la pequeña población de Greccio, donde Francisco tenía un amigo, Juan, hombre deseoso de seguir una vida humilde. Es a Juan a quien pide Francisco, en un rapto de amor a Jesús, representar el Misterio, llamando a las gentes del pueblo para celebrar una fiesta en la que "Se alaba la pobreza, se ensalza la humildad porque esta es la verdadera Navidad". Un Misterio para compartir con el pueblo al niño de Belén, y celebrar la fiesta con los ojos del corazón.
Apasionado, contenido, entregado, fijos los ojos en la cruz y en el niño que reposa sobre las pajas del pesebre, el actor encarna al santo Francisco de una manera emocionante y conmovedora. Se entrega, se transforma, se queja, se maravilla y con cada palabra, recrea a través de los textos trabajados de manera exquisita por la escritora Isabel Bernardo, el infinito amor de un hombre bendecido que quiso hacer de la Nochebuena una recreación emocionada del nacimiento de Cristo. Un nacimiento rodeado de hombres humildes, niños que se quedan dormidos sobre el suelo, mientras las pajas del pesebre son el único abrigo de un niño refugiado de la tiranía, inmigrante al fin en su propia patria.
Desde la profundidad, la emoción, la entrega y la belleza ?los personajes componen un cuadro plástico detenido y medido contra el fondo hermoso de la iglesia salmantina- la Navidad Franciscana de la mano de JessMartín´s es un acto de amor que reivindica la fuerza religiosa de estas fechas, su carácter siempre festivo, su necesidad de unión y de humildad. No hace falta más para tocar el corazón con esta hermosa historia. La de un santo que quiso hacer de la noche italiana y del pueblo la recreación de un acto tan increíble como maravilloso, el nacimiento de un niño, cuyo rastro permanece no solo en la memoria, sino en el espacio convertido en Greccio en oratorio y altar. Ahí donde se representa y donde, ungido de amor, duerme el niño entre pajas. Navidad humilde que nos hace felices a la mortecina luz de la vela que nos alumbra.