Un repaso a las tipologías arquitectónicas de los edificios industriales emplazados a lo largo del río Cuerpo de Hombre y dentro del casco histórico bejarano
Tras unas palabras de presentación del presidente del Ateneo Cultural, Francisco Martín Peña, tomó la palabra Javier Ramón Sánchez quien introdujo a los asistentes en el importante patrimonio industrial que ha desaparecido y que se conserva, la mayor parte del mismo en unas condiciones deplorables. Insistió en la relevancia de mantener este importante legado de nuestro pasado y para ello es importante, añadió, tomar conciencia de su riqueza.
Ayudado de una proyección compuesta en su mayor parte por fotografías antiguas y actuales, fue repasando las tipologías arquitectónicas de los edificios industriales emplazados a lo largo del río Cuerpo de Hombre y dentro del caso histórico, tanto a través de ejemplos desaparecidos como existentes. Así desglosó los edificios pertenecientes a la arquitectura tradicional de un único piso con bajo, el edificio fabril de varios pisos en altura y las fábricas modernas, pertenecientes al periodo comprendido entre finales del siglo XIX y el siglo XX. No dejó al margen los elementos arquitectónicos que las caracterizan como son la utilización de grandes pies derechos, zapatas y viguerías de castaño en el interior, los tejados a dos aguas de teja y los abiertos con luminarias planos y curvos, los dinteles y recercados de puertas y ventanas en granito, el uso de mampuestos y sillerías en piedra para su edificación, o la difícil construcción en lugares próximos a la gran brecha del río Cuerpo de Hombre.
En una segunda parte de su conferencia hizo un breve resumen de otros elementos que caracterizan la arquitectura industrial bejarana: las ruedas hidráulicas o de cárcavo, la maquinaria industrial, los canales y sistemas de retención de aguas, los puentes de servicio o los sistemas de producción de energía.
Una conferencia muy reveladora del tesoro que aún podemos conservar y que podrá ser consultada en las actas de las Jornadas del Museo del Comercio que pronto verán la luz en formato libro.
Carmen Cascón Matas