Una treintena de personas participaban en la cena compartida que la parroquia San Miguel Arcángel organizaba en la noche del miércoles en el Centro Parroquial.
Los garajes del centro fueron el punto de encuentro para
que los asistentes pudieran participar de esta actividad, que consistía en llevar un bocadillo por cada asistente para ser compartido con otra de las personas del acto, buscando fomentar una actividad de empatía y colaboración entre personas.