Celia Alonso, Sergio Martín Guardado y Christian Marcos, durante el acto celebrado en Derecho
Atractiva e interesante conferencia a la que pude asistir hoy en la Facultad de Derecho. De forma conjunta, dos asociaciones estudiantiles (Asociación Salmantina de Estudiantes Laboralistas -ASEL y ASPER), representadas por Christian Marcos Manjón y Celia Alonso Hernández, respectivamente, organizaron la misma para sumar esfuerzos para erradicar la violencia de género que todavía impera en nuestra sociedad.
Y para ello contaron con la presencia y las reflexiones de Sergio Martín Guardado, investigador en formación de la Universidad de Salamanca y miembro del Área de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho. El título de la conferencia fue: "El acoso sexual en el trabajo como expresión de la violencia de género".
Debo comentar que Martín Guardado acotó el tema de manera contundente, no obstante la extensión que reviste, ofreciendo además un abanico de la perspectiva normativa y jurisprudencial presente en nuestro ordenamiento jurídico. Así, abordó la cuestión teniendo como guía los preceptos constitucionales y, sobre todo, la LO 3/2007 sobre la igualdad entre mujeres y hombres, como baluartes de la protección de las conductas que constituyen el supuesto de hecho del acoso. Acoso ya no sólo con connotación sexual, sino también por razón de sexo, que se sufre por motivos de género.
Separando las ramas jurídicas, puesto que el tratamiento no es el mismo en lo social que en lo Penal, siendo así que el ponente destacaba a través de ciertas preguntas si era suficiente la reacción del Derecho a través de las sanciones que actualmente se hallan establecidas. También expuso ideas interesantes y necesarias, como pueden ser la extensión de los derechos fundamentales al ámbito empresarial, o bien la influencia del Derecho Internacional, especialmente de la OIT a través de su Convenio 190 sobre acoso y violencia, aprobado el año 2019.
Sergio Martín Guardado concluyó su intervención señalando cuestiones que requieren atención y puesta en marcha, como puede ser la consideración del acoso sexual en el trabajo como delito público, a efectos de su persiguibilidad de oficio, o bien, resaltando que no nos encontramos ante un problema de sanción sino de concepto, a efectos de dar una respuesta adecuada. Sin olvidarnos de la construcción de argumentos para el reconocimiento de una violencia de género laboral.
En definitiva, Martín Guardado transmitió una visión a través del Derecho, compaginada con un aporte de posibles soluciones que subsanarían las carencias que todavía acusan al tema expuesto.
Mis felicitaciones.