No es un "problema de puertas para adentro", es "una lacra social", subrayando además que "el maltratador hace un trabajo muy meticuloso, 24 horas al día dedicadas a hacer culpable a la mujer de todo lo que sucede a su alrededor"
"Con la violencia de género se está haciendo una pésima literatura últimamente. Seguimos sin que la sociedad entienda que la violencia de género es una lacra, es algo que hay que afrontar. Si preguntas qué es lo que más preocupa a los españoles te dirán cantidad de cosas, y al final, la violencia de género". Así lo subraya Ascensión Iglesias, presidenta de la Asociación de Ayuda Integral a la Mujer Plaza Mayor, añadiendo que "hablamos mucho de que es necesario educar en igualdad, pero hay que incidir más en la sensibilización" y, sobre todo, romper definitivamente esa creencia sobre "la privacidad en la que se ha vivido a lo largo del tiempo", de que la violencia de género es "un problema de puertas para adentro".
Opinión compartida por Jésica Joaquín, psicóloga de la asociación, quien apunta que todavía hoy "se sigue viendo como un tema privado, algo que pensamos que no me va a tocar, y como no rompamos esta visión no veremos la violencia de género como un problema social". Y aquí es donde, como añade, los medios de comunicación juegan también un papel clave a la hora de visibilizar la violencia de género. "Cuando se da una noticia sobre un asesinato por violencia de género, la forma de informar siempre es desde el morbo, cómo lo ha hecho. Eso hace también, y está muy investigado, que haya como un efecto de llamada, los otros que ya lo tienen un poco pensado perciben cierta impunidad porque lo que sale en la noticia es que el maltratador ha conseguido su objetivo, pero no se sabe cuándo ha sido juzgado ni las consecuencias". Es más, añaden desde la asociación, "siempre sabemos cómo se llama ella, pero no cómo se llama él, y hay que identificar al maltratador, no solo a la víctima".
Aunque desde la asociación sí han constatado en los últimos años que "las mujeres se acercan más a pedir ayuda", denunciar no siempre es fácil. Por varios razones, tal y como explica la presidenta de la asociación Plaza Mayor. "Hay que denunciar, sí, totalmente de acuerdo, pero pongamos el camino llano a la mujer, porque resulta que en ocasiones es un salto de obstáculos". Y hay otro mensaje en el que incide. "Si sabes de algún caso, denúncialo. Sí, lo denuncio, pero si la persona maltratada o agredida no está convencida va a resultar difícil".
"El mensaje que sí se debería dar más insistentemente a las mujeres", añade Iglesias, "es infórmate, infórmate, y sobre todo pide ayuda a los profesionales".
Secuelas del maltrato
Las secuelas emocionales de la violencia de género, ¿desaparecen o permanecen? "Se puede tener una vida normal, pero es cierto que algunas mujeres tienen secuelas que las van a acompañar a lo largo de la vida, secuelas físicas, que han desarrollado alguna enfermedad física, como anemia, enfermedad de Crohn o problemas en la espalda, pueden ser problemas que van a perdurar. Las emocionales muchas desaparecen".
El maltrato psicológico no es menos dañino, solo menos visible. De hecho, tal y como subraya la psicóloga de la asociación "los maltratadores se han reinventado, porque si ves algo físico te alertas, no les interesa. Tienen que hacer otro tipo de violencia, menos dañina a nivel físico", por lo que utilizan más la violencia psicológica.
Reeducar al maltratador
Hay otra pregunta también clave: ¿se puede reeducar al maltratador? "Un maltratador tiene una creencia de base, y romper con esa creencia es difícil, nosotros no hacemos milagro si esa persona no quiere cambiar", explica la psicóloga de Plaza Mayor.
"No son conscientes de que son maltratadores", añade la presidenta de la asociación, pero además, "hemos tenido casos que han ido a terapia de pareja", terapias en las que el maltratador lo que hace es culpabilizar más a la mujer".
Romper la dependencia con el maltratador es lo más difícil, "y la culpa", precisa Jesica. "El maltratador hace un trabajo muy meticuloso, tiene 24 horas al día dedicadas a pensar en ello, de hacer día a día culpable a la mujer de todo lo que sucede a su alrededor, tanto de su comportamiento como de lo que hace la mujer".
Sí hay un mensaje positivo, y en el que también hay que poner el acento como reiteran desde la asociación, máxime en este mes de noviembre en el que hay una fecha señalada, el 25N (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género): "De la violencia de género se puede salir, puedes volver a ser tú, y eso es lo mejor que te puede pasar".
Educación familiar
El empoderamiento de las mujeres, "saber que si ellas quieren, pueden", es clave también en la lucha contra la violencia de género. "¿Conoces a alguien que quiera dejar el sillón de mando?", pregunta Iglesias. La respuesta es sencilla. "La sociedad les ha dado el poder a los hombres, y perder poder no le gusta a nadie. Las mujeres estamos plantando cara y hay que reconstruir la masculinidad, que no es eso que algunos creen, sino otra cosa distinta. No juegues a ser valiente, a ser el príncipe o el protector", añade.
En el camino hacia la erradicación de la violencia de género, y por supuesto hacia la plena igualdad, "la educación familiar cuenta mucho". "Hay todavía mujeres que dicen a sus hijos/as eso de 'ya verás cuando venga tu padre', dando la autoridad al ausente la mayor parte del tiempo, y las conductas se reproducen".