Concentración en Barcelona para apoyar a la víctima de La Manada de Manresa


OPINIóN
Actualizado 15/11/2019
Redacción

La última de una cadena, que parece no tener fin. Hace dos días, estuve en la Plaza Mayor de Salamanca, en la "mini-manifestación" feminista. El grito más repetido: "no es abuso, es violación".

¿Qué opina usted de estos sucesos y la decisión judicial?

Yo no voy entrar en la decisión judicial, porque no puedo pronunciarme sin conocer el sumario con detalle. Tampoco, voy a discutir si las penas son pocas o muchas. Pero sí a animarles a adoptar varios puntos de vista ante estos sucesos. Yo encuentro útiles los siguientes:

Desde el punto de vista de la manada, un grupo de chicos mayores que la adolescente, es evidente que el sentido común y la ética nos llevan a considerar esta conducta intolerable, vergonzosa, desoladora, cruel, etc., siga usted porque se le ocurrirán muchas más calificaciones que me cuesta escribir. Hay asimetría de edad, es un grupo frente a una niña indefensa e inconsciente, nos dicen, que la tratan como un "objeto erótico", "una muñeca erótica", "un juguete que no siente", etc. Y lo hacen con una niña a la que nuestra ley penal no considera con capacidad para consentir tener relaciones sexuales. Por mi parte, aún si hubiera consentido, incluso firmado previamente, en nada cambiaría lo que acabo de decir en este párrafo. La condena ética y del sentido común no puede ser más dura, salvo si hubieran acabado con su vida. Esa conducta es mucho más grave que una agresión: una INDIGNIDAD, porque la maltratan como si fuera un objeto, no una persona. ¿Cómo es posible este fracaso de la sociedad?

Desde el punto de vista feminista, en la manifestación, la mayoría eran chicas muy jóvenes que se estremecían y gritaban con rabia ¿Cómo no hacerlo? Su petición se centraba en protestar por la condena de abusos: "No es abuso, es violación" ¿Podemos hacer algo más?

Desde el punto de vista de la niña y su familia ¿Cómo estará ahora esta niña, su familia y sus amigas y amigos? Esta chica, como toda mujer así tratada, es inocente penalmente. Indignación, solidaridad y silencio, es mi respuesta.

Pero desde el punto de vista de la educación familiar, escolar y social de los adolescentes, y también de las mujeres en general, no podemos dejar de reconocer que estamos fracasando en la socialización, cuando tantos chicos y chicas consumen alcohol y otras drogas, desde la primera adolescencia, convirtiendo la asociación ocio-alcohol, en una forma de pasar una tarde-noche, cada semana. Esta asociación es un factor de riesgo, para quieres tienen en su interior un dragón dispuesto a despertarse y agredir; y es un grave factor de riesgo, para sus posibles víctimas, compartir sustancias que nos hagan perder la cabeza.

Es verdad que es prioritario socializar bien a los abusadores y agresores, pero no es sensato ponerse en medio del paso de cebra, sin mirar bien a los coches que están llegando a toda velocidad. No basta con defender el derecho, ¡Por supuesto!, a no ser atropellada en los pasos de cebra, ni el derecho a pedir sanciones penales, ¡Por supuesto! Una minoría de quienes nos rodean pueden llegar a ser peligrosos, especialmente si nos colocamos en situación de vulnerabilidad. No basta socialmente con exculpar a las víctimas y pedir sanciones más duras para los abusadores y agresores, es necesario que niños y niñas sean mejor socializados ¿Qué estamos haciendo mal en la familia, la escuela y la sociedad? No bastan los gritos de guerra, por inevitables y necesarios que sean, tenemos que aprender a hacer la paz y el encuentro entre los sexos. Ya saben lo que propongo: educar en la ética del placer y el bienestar; una educación ética positiva que evite el daño a los demás y la autodestrucción de los abusadores y agresores. Mujeres y hombres podemos y debemos entendernos, respetarnos, gozarnos y amarnos ¿No es un grave error convertir la sexualidad en un campo de minas?

Félix López Sánchez

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