Una de las razones por las que acudimos a un spa es para disfrutar con nuestros cinco sentidos. Lo mismo debemos de hacer en casa incorporando elementos que sean agradables a la vista, olfato, gusto, tacto y oído
Hay pocas cosas tan agradables como un día de spa, un lugar en el que puedes dispensarte todos los mimos y cuidados que tu piel necesita, relajarte y salir totalmente renovado. Pero no siempre es posible ir al spa, la falta de tiempo (y de dinero) impiden que podamos ir cuando necesitamos una cura completa.
La buena noticia es que se puede recrear la experiencia relajante del spa, sin salir de casa. Cierra los ojos, relájate, y disfruta como si estuvieses en el mejor balneario natural del país con estos consejos que te proponemos de la mano de los mejores profesionales.
Activa tus sentidos
Una de las razones por las que acudimos a un spa es para disfrutar con nuestros cinco sentidos. Lo mismo debemos de hacer en casa incorporando elementos que sean agradables a la vista, olfato, gusto, tacto y oído, sugiere Garrett Mersberger, Director del Spa de Kohler Waters Spa. Con que solo falte uno, la experiencia no será la misma.
Pon unas velas, música relajante, luz tenue, un albornoz acogedor, un vaso de agua de pepino... puede sonar simple, pero estos pequeños complementos son los que hacen que hasta los rituales de belleza más mundanos se sientan especiales y parecidos a los de un spa. Un punto interesante sobre la elección de música: escoge canciones instrumentales, en lugar de melodías con letra. La letra puede desencadenar recuerdos subconscientes, elevando tu nivel de estrés sin que te des cuenta.
Usa una mascarilla para mimar tu piel
No hay duda de que una buena mascarilla facial es la quintaesencia del cuidado de la piel. "Una versión casera para tratar tus preocupaciones de piel es una mezcla de cúrcuma, miel cruda y leche (la mezcla debe ser espesa, no muy líquida).
Aplícalo por todo el cuerpo y deja actuar de 10 a 15 minutos antes de aclarar. La cúrcuma es antiinflamatoria, la miel es antibacteriana y el ácido láctico de la leche exfolia suavemente, dejando la tez clara y luminosa", menciona Aracely Terrazas, esteticista del Spa Wit.
Prepara unas toallas calientes
En lugar de correr de un lado a otro para aclararte la cara después de la mascarilla, coge varias toallas de algodón suave, sumérgelas en agua caliente y escúrrelas hasta que estén ligeramente húmedas. "Utilízalas para limpiar la cara de cualquier producto, tal como lo hacen los profesionales en el spa", dice Terrazas.
Para aumentar el confort, agrega unas gotas de aceite esencial de lavanda o de eucalipto, ambos son buenas opciones. "A medida que aplicas la toalla tibia en la cara, respirarás y obtendrá todos los beneficios aromático-terapéuticos del aceite", explica.
Trata tus ojos
Las rodajas de pepino no son la única forma de calmar los ojos cansados. La directora creativa de Red Door Spa, Cornelia Zicu, recomienda hervir dos bolsitas de té de manzanilla en leche y luego enfriarlas. Colócalo sobre los ojos durante 10 minutos para ayudar a refrescarlos de mirar las pantallas durante horas o después de un día al sol.
Cepillado en seco como un profesional
Muchos tratamientos corporales profesionales incluyen esta técnica, que es fácil de realizar en casa. Métete en la ducha, pero antes de abrir el agua, coge un cepillo para el cuerpo y empieza a cepillar con trazos cortos y circulares. Mueve hacia arriba, hacia la dirección de tu corazón.
"El cepillado en seco exfolia, mejora la circulación y puede ayudar a que la piel luzca más suave", señala Sara Dolentz, directora del spa de Chill Spa and SpaTerre. Ella recomienda hacerlo por lo menos una vez a la semana, y continuar con una loción corporal hidratante después de la ducha.
Que la ducha sea lo más parecida a un spa
Incluso esos pocos minutos que pasas bajo el agua todos los días pueden convertirse en un tratamiento de cuerpo entero, simplemente cambiando la temperatura del agua. "Experimenta cambiando de caliente a frío. Esto es bueno para la piel y ayuda a mejorar el flujo sanguíneo", explica Dolentz. Una única advertencia: Termina siempre con tres minutos de agua a temperatura tibia para que la temperatura corporal vuelva a la normalidad.