Si se quiere salir del desbloqueo habrá que hablar, acordar, pactar
Después del debate político celebrado el lunes, más de un periódico abría la primera a toda página con esa palabra: BLOQUEADOS. Alguno habla incluso del "No debate". En todo caso, nadie ofreció alguna pista de posibilidad para formar un próximo gobierno. El único que pareció ofrecer alguna solución al bloqueo fue el señor Sánchez. Su oferta fue la de permitir el gobierno del partido más votado.
Y ¿por qué ha de ser apoyado el partido más votado y no el grupo de partidos que se comprometen a gobernar en coalición y suman juntos más votos que ningún otro?
Y en su caso, señor Sánchez, ¿cree usted que alguien puede facilitarle su gobierno simplemente porque usted haya sacado más votos o más escaños, sin ofrecer nada en compensación?
Si se pretende sacar al país del desbloqueo, habrá que hablar entre partidos y llegar a algún mínimo acuerdo sobre aspectos sustanciales de la vida de la sociedad española, como cuestiones de estado relacionadas con la economía, o con las pensiones, o con el orden, o con la unidad, o con el sistema o la ley de votaciones, o con acuerdo o equilibrio entre comunidades autónomas?
Es decir, que si se quiere salir del desbloqueo habrá que hablar, acordar, pactar, elementos comunes de los partidos que se disponen a desbloquear la situación. Al menos yo no encuentro otra manera de llegar a la solución de una formación de gobierno digna de un país con suficiente tradición democrática, como el nuestro, que ya debería gozar de la madurez precisa para entrar en planes de coalición entre partidos de diferente ideología, pero que siempre coincidirán en aspectos que sean los que verdaderamente importan al país y a los ciudadanos, que buscan soluciones prácticas y no les importa tanto que haya que atenerse a las teóricas y trasnochadas ideologías.
¿Qué pasará el próximo 10 de noviembre y en los días inmediatamente posteriores? Los votantes tenemos en nuestras manos el primer paso conducente al desbloqueo de la situación política. Pero el siguiente paso, el más comprometido y que puede llegar hasta una solución más eficaz es el de nuestros políticos, que deberían tener en cuenta que el personal está muy cansado y no toleraría ser convocado a unas nuevas elecciones.
A lo mejor lo que tenemos que cambiar es a nuestros políticos, y buscar otros que tengan más flexibilidad y sean capaces de entenderse, dejando de lado la posición de bloques antagónicos, llegando a confeccionar un gobierno que responda verdaderamente a las necesidades reales y prácticas de los ciudadanos.
Que Dios nos coja confesados, y que logremos entregar nuestro voto a los que están dispuestos a ser moderados y a encajar las situaciones para llegar a un arreglo práctico y auténtico que dé solución a nuestros verdaderos problemas.