OPINIóN
Actualizado 18/10/2019
Félix López

Un grupo de investigadores de Antropología Cognitiva y Evolutiva, de la Universidad de Oxford, han hecho un estudio en numerosas culturas, que les lleva a responder afirmativamente a esta pregunta. Y señalan unos cuantos.

El valor más un universal, según sus resultados, es "cuidar a la familia".

También los antropólogos clásicos reconocieron la importancia de las "relaciones de parentesco". Somos un especie sexual, afectiva y social en la que los vínculos sexuales y empático sociales son fundamentales. El "sistema de cuidados" y el "apego" son el núcleo afectivo de la familia y de cada persona a lo largo del ciclo vital. Centrales para las relaciones entre hijos y padres y den la pareja.

Entre nosotros, las encuestas suelen valorar más a la familia que a cualquier otra institución. Su rol en la vida cotidiana, en la enfermedad y en las crisis económicas, como acaba de demostrarse en España, es hasta milagroso, en muchos casos. Aún hoy, la familia resiste, a pesar del peso, cada vez mayor, del individualismo y otros problemas de nuestra cultura. Somos fasmiliares.

Y ahora que estamos en elecciones qué piensan y hacen nuestros políticos sobre la familia. Dos tradiciones que tal puedan ayudar al lector a entender sus comportamientos:

La derecha siempre ha seguido los pasos de la religión y la antropología clásica. Pone el acento en las funciones de la familia y la necesidad de priorizar su rol frente a los Estados laicos, especialmente en los temas educativos y en leyes sobre la pareja. Ha acertado en reconocer el peso de la familia, con todo lo que eso conlleva, equivocándose, en esto, menos que la izquierda. Este acierto, tan fundamental, sin embargo, no ha evitado graves errores (que no deberían ir asociados necesariamente a la valoración de la familia) en relación con las leyes sobre la pareja y el matrimonio, la educación sexual, las diversidades sexuales y los diferentes tipos de familia.. En todos estos temas, las derechas han dependido demasiado de la moral judía y cristiana; por eso han ido y van a remolque de la sociedad. Reconciliarse con el hecho sexual humano es aun uno de sus asuntos pendiente. Como decía e catecismo que aprendíamos en la Escuela, los tres enemigos del alma son "el mundo, el demonio y la carne". ¿Qué significa cada uno de estos términos?

¿Cuáles son, en su opinión, los aciertos y los errores de la derecha en relación con el valor de la familia?

La izquierda ha cometido y sigue cometiendo un grave error. Se asentó sobre ideologías que pudieron servir para hacer revoluciones (y buenas razones había para llevarlas a cabo), pero sus planteamientos sobre la familia ignoraron los conocimientos de los antropólogos clásicos y no han sabido reconocer que las relaciones de parentesco son fundamentales en nuestra especie. Sus ideólogos no dudaron en manipular y confundir los argumentos, considerando la familia un peligro para sus planes políticos y sociales. Produce bochorno leer lo que dice Engels en el "Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado", los tres enemigos del alma, de la izquierda más radical. Reich, un freudo-marxista, cometi9ó el mismo error. Incluso las izquierdas más centradas ponen de manifiesto, aun hoy día, los efectos de este error. Por ejemplo, focalizan más los problemas de las mujeres que los de otros miembros de la familia y tienden a poner en duda los valores que se enseñan en las familias. Creen más en el Estado y en los profesores laicos.

La izquierda debería revisar ciertos planteamientos básicos sobre este tema, en lugar de mantener, en este caso sin religión de por medio, una especie supremacía ideológica que no está exenta tampoco de prejuicios.

¿Cuáles son los aciertos y los errores de la izquierda en relación con el valor de la familia?

Estas dos tradiciones y sus prejuicios son uno de los ángulos, no el único, desde los que pueden entenderse polémicas actuales sobre la educación sexual (los modelos de educación sexual son un ejemplo palmario, con una gran confusión, incluso entre los profesionales del ramo), las diversidades sexuales o los temas de género. Los errores de ambas partes alimentan polémicas y prejuicios ancestrales que lanzan al aire en mítines y manifestaciones unos y otros, sin permitirse, ni siquiera, "dudar" de lo que dicen.

El mitin no es el lugar de la duda, la reflexión y el análisis. Desgraciadamente, con excepciones, tampoco el parlamento. Los eslóganes, las frases hechas, los insultos ("dale caña, grita el público), las promesas, las mentiras, la caricatura malvada del otro, la autocomplacencia, etc. ¡Vaya charco! ¿Y se extrañan de que sus "sagradas" encuestas les consideren el segundo mayor problema del país? No somos tan tontos los españoles de a pié; pero están abusando de que sepamos que la democracia es un "mal menor". ¿Eres de los que vas a votar convencido de tus líderes o de los que lo haces tapándote la nariz?

¿Cuál es el valor más importante para nuestros políticos? Bueno, habrá de todo; me consuela la complejidad del ser humano, capaz de lo mejor y lo peor, también en el caso de las personas que hacen política. Seguro que, para la mayoría de ellos, también su familia es la institución más importante. También son Humanos, claro.

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