Informaban estos días que prosigue el debate en Portugal sobre la Línea del Duero, esa fantástica vía férrea que sube desde Oporto bordeando el río hasta que en Barca d'Alva se interna en tierras salmantinas. La salida más directa de la gran área urbana del norte de Portugal, importante puerto y notable centro económico de nuestros vecinos, hacia el resto de Europa incluida Madrid. En realidad es un debate que mantienen desde hace tiempo, incluido su Parlamento, y al que atienden medios de comunicación de estas tierras como este. Claro que la atención que prestan las administraciones, o medios de información más "centralistas", ya es otra cosa, no están para temas mundanos si te sales de AVEs madrileños.
"Infraestructuras de Portugal", algo así como el ADIF de nuestros vecinos, presentó en 2016 un sobre las posibilidades de recuperar este itinerario ferroviario, bastante más de lo que se ha hecho por aquí. Su conclusión es favorable, apuntando posibilidades más que interesantes, incluso una sugerencia de variante al problemático tramo entre Barca d'Alva y La Fregeneda. Ahora que está de moda la España despoblada, diría que esta parece una de esas apuestas de gran infraestructura para dar posibilidades a territorios con tantos problemas y negro futuro como la provincia de Salamanca.
Recordemos que la línea fue cerrada el 1 de enero de 1985 por un gobierno socialista español, que tuvo su eco en un gobierno conservador portugués cerrando en 1988 el tramo desde la frontera hasta Pocinho, y luego lo desmanteló por si no había quedado muy clara la cosa. En el año 2000 el tramo español se declaró Bien de Interés Cultural. Aparte de esto la curiosidad de las administraciones españolas por la línea ha sido nulo, salvo Ayuntamientos de la zona y entidades ciudadanas. Alguien recordará a la Diputación, que no ha pasado de vacuas declaraciones y una conversión en "pseudo vía verde" que no ha sido capaz de poner en marcha.
Mientras, el tramo ferroviario abierto en Portugal se ha modernizado, afrontando en la actualidad su electrificación. Sí, lo mismo que hace años hicieron en la otra línea que se interna en Portugal a través de Fuentes de Oñoro y nosotros estamos empezando ahora. La propia Comisión Europea la califica de "potencial económico desaprovechado y con gran impacto regional", y ha pedido opinión sobre su futuro a los gobiernos español y portugués que en este caso parece que no saben/no contestan. Bueno, el primer ministro portugués parece más interesado y dice que es cosa española que la línea resucite, en realidad tiene razón, y pretenden incluirla en su nuevo programa de infraestructuras. Existen estimaciones de posibles presupuestos que deberían ser atractivos para las grandes constructoras, es mucho dinero y seguro que el uso de la línea en ningún caso será inferior a las de la Alta Velocidad española. La menos usada de la Unión Europea y, sorprendentemente, perdiendo velocidad media. ¿Llegaremos a tener un gobierno mínimamente estable que quiera hablar de estas cosas, de tener futuro?