OPINIóN
Actualizado 14/09/2019
Toño Blázquez

Cuatro palabras, sólo cuatro palabras para cantar la armonía del toreo, la naturalidad del sosiego, la despaciosidad del aroma aroma alado, la sincronía amorosa del camino del temple y el estar no como un poderoso dolmen dictador sino como un amigo que enseña y acompaña.

Hizo mucho viento ayer en la Glorieta pero vino un torero de Arnedo y el viento se paró sorprendido al ver como toreaba y como renació Benlliure con la estocada de la tarde.

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