OPINIóN
Actualizado 26/08/2019
Antonio Matilla

La ONU ha declarado el 22 de agosto Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión y las Creencias. Así lo estableció a finales de mayo la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras una proposición presentada por Polonia con el apoyo de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Egipto, Irak, Jordania, Nigeria y Pakistán.

Para la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, a partir de sus siglas en inglés), que lleva 70 años trabajando por los cristianos que sufren persecución por su fe, este «es un paso importante para que en el futuro se escuche más la voz de los cristianos perseguidos», afirma Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo internacional de ACN. «Estamos muy satisfechos. Lo esperábamos desde hacía mucho tiempo».

Según informó el jueves pasado el semanario "Alfa y Omega", la iniciativa de establecer un día mundial de las Víctimas de violencia contra la religión fue iniciada y llevada a cabo por Ewelina Ochab, abogada, autora y coautora de varios libros y artículos sobre la libertad religiosa, que ha contado con el respaldo y la inspiración de ACN.

Según datos del Informe Libertad Religiosa en el Mundo, editado por ACN, el 61% de la población mundial vive en la actualidad en países donde no hay libertad religiosa, se discrimina y persigue a causa de la religión. Por otro lado, aunque «todas las comunidades religiosas sufren regularmente agresiones, los informes internacionales sobre la libertad religiosa confirman desafortunadamente que los cristianos son los más perseguidos», apunta Heine-Geldern. Por ello, el presidente de ACN considera necesario «iniciar un proceso que lleve a las comunidad internacional a un plan de acción coordinado para poner fin a la persecución religiosa y prevenirla en el futuro».

En este sentido, Heine-Geldern propone que se establezca una plataforma de la ONU para promover el intercambio con representantes de los grupos religiosos perseguidos, así como la creación de un Tribunal internacional que se ocupe de la cuestión de la impunidad de los actos de violencia basados en la religión cometidos por grupos como Boko Haram, Al-Shabaab o el EI ("Estado Islámico").

Sin que lo diga "Alfa y Omega" de mí sé decir que la persecución religiosa continúa también en regímenes totalitarios como Corea del Norte o neototalitarios como China y lleva unos cuantos años endureciéndose en la India, considerada hasta hace poco como un paraíso de la tolerancia por la presencia masiva del Hinduismo, religión multiforme donde las haya, pero donde progresan grupos ultranacionalistas que parecen haber descubierto, con quinientos años de retraso, el principio de "un país, una religión", por supuesto la hinduista, nada de tolerancia con budistas, musulmanes y mucho menos con cristianos, que pretenden convertir, por arte de birlibirloque, a los parias en ciudadanos de pleno derecho por aquello de que "todos somos imagen de Dios y, lo que es más, hijos de Dios".

Llama poderosamente la atención que, en los países de democracia avanzada de nuestro entorno, las noticias relacionadas con el terrorismo internacional tengan amplísimo eco?salvo que se trate de los cristianos perseguidos. Quizá es que no nos entra en la cabeza que, en pleno siglo XXI, se pueda perseguir o matar a alguien por tener una u otra fe. ¿Por qué deberíamos prestar más atención a estos fenómenos de la intolerancia, la discriminación, la persecución y el asesinato por causa de la fe? En mi opinión, porque lo que nos estamos jugando ahí es, ni más ni menos que la libertad y su expresión política más lograda, la democracia liberal. Los que peinamos canas, o ya ni eso, sabemos lo que es la democracia orgánica y las democracias populares y sabemos que ambas, libertad y democracia liberal, son plantas resistentes, pero que requieren atención y cuidado para no corromperse, degradarse, pervertirse y corren grave riesgo de ser manipuladas al servicio de los poderes de turno.

¿Qué significa que alguien esté dispuesto a morir por su fe y, al contrario, que alguien quiera matar a otro por esa misma fe? Imaginemos un joven norcoreano que no se conforma con la dictadura familiar impuesta durante tres generaciones, o una adolescente copta, o sea egipcia, que no quiere borrarse la cruz tatuada en su muñeca derecha, sino que hace gala humilde de ella, o un paria de la India que se empeña en seguir yendo a misa a pesar de que eso puede costarle la vida. ¿Por qué lo hacen? Juzgando con criterios "occidentales" podríamos decir que porque quieren ser libres para expresar lo que viven y sienten y que es, más o menos, que saben, sienten y viven que Alguien, el Padre de Jesucristo, no les trata como una basura, un cero a la izquierda, mano de obra mísera, u objeto sexual adquirible por unas cuantas cabezas de ganado o unas pocas rupias, sino que les ama y les llama por su nombre. O sea, quieren ser libres para expresarse, para construir su vida, quieren sentirse amados y respetados. Es decir, quieren tener libertad religiosa. ¿Y adonde les lleva la libertad religiosa? Pues a la libertad de pensamiento. Saben desde pequeños que el Omnisciente, el Todopoderoso, el Creador, es alguien con el que se puede hablar de igual a igual, o como un hijo (o hija) con el mejor Padre que imaginarse pueda. Y si puede hablar con Dios, de alguna manera se pone a la altura del más Alto, que le estimula a progresar continuamente en el conocimiento. La fe cristiana siempre ha favorecido la lectura, el aprendizaje, la escuela ?en su seno nacieron las Universidades-, el pensamiento crítico, con imágenes o con palabras, o con ambas cosas, pero siempre crítico?algo muy peligroso para las ideologías dominantes, una mezcla revolucionaria y perversa, como reza en el Magníficat de la Virgen María o en el lema que movió la vida de uno de los santos que recordábamos ayer mismo, José de Calasanz: "Piedad y Letras"?Es proverbial la pasión cristiana por la conjunción copulativa "y": "hombre y mujer los creó", "amarás a Dios y al prójimo", reza y trabaja (el "ora et labora" de los benedictinos); Jesucristo, Dios y Hombre verdadero; Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo?

Recordemos, para terminar: en este asunto de la persecución de los cristianos están en juego la libertad y la democracia de todos. "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar?" , o aquel sermón de 1946 del pastor protestante Martin Niemoller: los nazis primero vinieron a por los judíos, pero yo no dije nada y no les defendí?cuando vinieron a por mí, no quedaba nadie para defenderme?

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