Nos habían hablado del niño "adoptado", Abderragín que había estado en la escuela con nuestros chicos las tres quincenas.
Primer día de organización de trabajo en la cuarta quincena y nos fuimos para ver qué podíamos hacer en su casa muy pobre sin servicio, luz, ni agua.
La entrada fue apocalíptica, nos agachábamos chicos, voluntarios y educadores. Todo oscuro ya entrada la mañana, nos habíamos desplazado en la Pick up después de la asamblea.
La mujer ha sido repudiada por tener hijos sin estar casada y Josín de cuatro años, Hadiya de seis y Abderragín de doce son considerados impuros. La casa era un nido de pulgas, ratones, piojos y excrementos, mezclados con una gallina y una gran tortuga. Cerca la casa del hermano sí tiene luz y agua. Los vecinos para hacer la caridad que manda el Corán y al igual que cuando en España damos limosnas los habían enterrado en mucha ropa, zapatos y cosas que habían sobrepasado a la madre.
Hemos hablado con el presidente de la comunidad y en un terreno de los hermanos hemos comenzado una casa nueva donde tendrá agua, luz, servicio, cocina y un sueldo desde España para poder criar a sus hijos de cinco euros al día. Serán treinta y seis metros cuadrados de dignidad.
El mayor sólo lleva un año yendo a la escuela pero es muy listo según una profesora. Pero ha tenido que espabilar porque le hacen bulling por su procedencia.
La madre en cuya casa entramos sacando y quemando colchones infectados, dando antibiótico al niño pequeño para el que ella recogía hierbas, lleva diez día con nosotros en la escuela lavando ropa, aprendiendo a cocinar y quitando el miedo a ser agredida y juzgada.
Con nuestros niños de Santiago Uno se ha rehabilitado la escuela, se ha hecho cancha deportiva, parque infantil, costura y escuela y sanidad itinerante y sobre todo la casa de la familia.
Nuestros chicos valen su peso en humanidad, solidaridad y valentía. Para los educadores y voluntarios que los acompañamos es un privilegio.
Cuando en septiembre lleguemos a España quizá sigan pensando lo mismo de nosotros pero nuestros corazones tienen un nuevo compromiso de por vida con estos niños para que tengan las mismas oportunidades que nuestras hijas.