SALAMANCArtv AL DÍA acompaña a Espectáculos Benítez durante una de sus numerosas actuaciones en la provincia de Salamanca para observar cómo es un día en su trabajo
El reloj marca las 19:00 horas. Es el momento de ponerse en marcha y salir de casa. Por delante se avecina una larga jornada laboral de cerca de quince horas, pero a Armando (así se le conoce en el mundo de la música) le da igual, a él es lo que le gusta.
El camión de Espectáculos Benítez llega a Carbajosa de la Sagrada tres horas antes de la actuación. Aquí comienza el trabajo de los técnicos de luz y sonido, que trabajan contra reloj para tenerlo todo listo antes del comienzo de la actuación.
A las 23:00 horas comienza la verbena. Armando, dueño de Espectáculos Benítez y cantante desde hace más de cuarenta años, va introduciendo al público en el ambiente festivo. "En el primer pase me dedico a cantar todo tipo de música: boleros, coplas o rumbas, lo que me pida la gente", admite Armando, que se dedica a hacer bailar a la gente hasta las 2:00 horas aproximadamente.
A esta hora el estilo de la verbena cambia completamente. Es el turno de la discoteca móvil, que se encarga de amenizar el ambiente con la música más actual. Todo ello mientras las y los gogós bailan encima del escenario.
"Los bailarines realizan tres, cuatro o cinco pases, siempre dependiendo de la duración del espectáculo y del ambiente que haya", apunta el gerente de Espectáculos Benítez.
Tras cerca de siete-ocho horas de espectáculo termina la verbena y llega el momento más difícil del trabajo. "La parte más dura de todo es recoger y marcharte a casa después de haberlo dado todo durante la noche. Hay ocasiones en las que llevas trabajando cuatro o cinco días seguidos y sientes que tienes la gasolina en la reserva. Trabajamos muy duro en verano para poder comer en invierno", apuntan los integrantes del espectáculo.
Así finaliza una jornada laboral más. Una de las cerca de cincuenta actuaciones que a lo largo del verano habrá realizado Espectáculos Benítez.
"Yo disfruto mucho y doy todo de mí. Tratamos de dar a la gente todo lo que tenemos y por eso nos vienen a ver. Es la mayor recompensa", finaliza Armando.
Más de cuarenta años ligado al mundo de la música
Francisco Santos (o Armando, así se le conoce en el mundo musical) lleva toda su vida ligado al mundo de la música.
"El gusanillo de la música me picó cuando era joven y vivía en el País Vasco. Allí comencé mi carrera, trabajando en una orquesta en la que nos recorríamos toda la comunidad", apunta el protagonista de esta historia.
Tal fue la pasión de Armando por la música que le llevó a presentarse al programa 'Gente Joven', que acabaría ganando.
"Un verano decidí marcharme a Madrid y presentarme a todas las audiciones que había. Grabé una maqueta y acabaron llamándome para grabar y lanzar un disco. Puede decirse que tuve mis momentos de gloria en Italia y México, pero se acabó terminando. Entonces volví a Salamanca y acabé montando Espectáculos Benítez", apunta Armando.
Una oportunidad de negocio
Armando atisbó una oportunidad de negocio en un espectáculo musical que constase de orquesta y discoteca móvil. "Sabía, por la experiencia que tenía, que había un vacío grande entre las 00:00 y las 02:00 horas, así que se me ocurrió la idea de comprarme un camión escenario y montar Espectáculos Benítez. Las primeras horas se las dedicaría a la música más convencional de la época y luego llegaría el turno de la música destinada a la juventud", declara al autor de la idea.
"Los comienzos fueron complicados porque tenías que llegar a los pueblos y tratar de convencer a los alcaldes de que eras una persona seria y de palabra. Gracias a Dios todo nos fue bien y confiaron en nosotros. Traté y sigo tratando de ser honrado porque la credibilidad nunca se recupera. Lo que hemos conseguido nos lo hemos ganado", finaliza Armando, uno de los rostros y de las voces más reconocibles de las fiestas de los pueblos salmantinos.
Fotos: Víctor Sánchez