I
Volver a ti,
oler tus aromas esparcidos noche
y día, hechos
de luna gitana,
de cielos limpios y auroras.
Volver a ti,
echándote tanto de menos,
apareces en mis sueños,
en las sombras de mis nubes cada otoño;
volver a ti en primavera
cuando el sol abastece de fibra el verdor
de las plantas primeras;
volver a ti, a tus azahares,
a tu luna de Abril y a tus andares,
volver a ti soleando mañanas,
y despedir el día bañada
en tus puestas de sol
en una playa.
II
Andalucía,
sol eterno,
luz naranja, olas de azul
y espuma de sueños.
Emborracharse
de dama de noche,
elegante seductora que aparece
entre los abismos confusos
de las brumas.
Andalucía, cama que acoge cada lucero,
embrión de paz
y de alegría,
sueño loco de luz sonora.
Matices del viento que ondea de dulces aromas
los proyectos,
vestir de aves del paraíso los azules.
Esperar la noche desde las auroras,
apostada en los ritmos del tiempo,
donde la arena frena los relojes y alarga
la sombra dulce de los pensamientos.
III
Andalucía de hortensias y azahares,
de olor a canela en rama,
perfume de azucenas y claveles,
macetas que despiertan los sentidos
en los patios,
arbustos de fértiles aromas que anuncian locuras
en los mares.
Pasiones de amor,
Andalucía,
mirando un horizonte ajeno,
sueños de juventud,
ilusión y llantos, fuerza en el
camino recortando las playas y el incienso.
IV
Andalucía viva y llena de energía,
torera y descarada,
cumplida en horas por los tiempos del destino,
hambrienta amante de los aderezos que hay en los caminos.
Andalucía alegre y risueña,
sonriente aurora de lo eterno,
Danzante de horas nuevas,
de palma y filigrana en sonidos de guitarra,
Cadencia y noche,
Cadera desenvuelta,
tacones en madera, fino y duermevela.
Andalucía, espera,
que te sueño entre guirnaldas de entretela,
en penumbras de luces en las plazas,
en brillos de azulejos y olivares,
en sabor a mar y a cueva,
en lamentos y ayes, en toques desgarrados
de guitarra.
Andalucía que tiembla, limonera,
alegre, desenfadada, señorita,
errante y apegada,
soñadora, ilustre y anunciada,
soleares y fandangos,
y palmeras,
y naranjos y azahares,
hierbabuena,
Andalucía, ¡espera!