El agua es protagonista de algunos de los paisajes más espectaculares de la provincia, y que bien merecen una visita este verano
El Duero y el Tormes son dos de los ríos principales que atraviesan la provincia de Salamanca, y el verano es, sin duda, uno de los mejores momentos para disfrutar de sus paisajes y de un refrescante paseo. A estos se suman los embalses, presas, lagunas y arroyos.
Una de las posibilidades para asomarse a estos rincones, siguiendo las recomendaciones de la página web de turismo de la Diputación de Salamanca, son los paseos en barco por el Duero y sus Arribes. Cruceros fluviales que parten desde Aldeadávila de la Ribera y Vilvestre.
En el oeste salmantino hay otros muchos rincones singulares con el agua como protagonista, como las cascadas del Pozo de los Humos o el Cachón de Camaces, o los miradores que cuelgan sobre el río Duero (el Mirador del Fraile, el Balcón de Felipe, La Code...). Y, por supuesto, el Pozo de los Humos, una impresionante cascada de 50 metros de altura enclavada entre Masueco y Pereña de la Ribera.
Al sur de la provincia, muy cerca de La Alberca, se encuentra el valle de las Batuecas, otro rincón para descubrir este verano. Ríos como el Francia o el Alagón atraviesan los intrincados valles, entre los que destaca el de Batuecas, refugio de pinturas rupestres, antiguas ermitas o el monasterio de San José.
El agua, protagonista de una espectacular arquitectura
Almendra, Aldeadávila y Saucelle son los enclaves de las tres impresionantes presas y saltos hidroeléctricos de la provincia de Salamanca. La presa de Almendra acumula las aguas del Tormes, ostentando el récord de altura, 200 metros hasta la coronación de la presa.
Otra de las grandes presas es la de Aldeadávila de la Ribera, encajada sobre el río Duero y escenario cinematográfico en más de una ocasión. El último salto se encuentra en Saucelle.
También son muestras de esta arquitectura industrial los embalses de Santa Teresa, Águeda, Irueña y el azud de Villagonzalo.
Otros rincones naturales de interés
Consideradas como Zonas Húmedas de Interés Especial, son además lugares de tránsito y estancia de aves acuáticas.