La ordenación en el uso de los pastos es fundamental. El objetivo perseguido es, por un lado, aumentar los rendimientos ganaderos y, por otro, conservar los recursos naturales.
El sistema tradicional de pastoreo ha sido el continuo o indiscriminado, dejando que el ganado comiera la hierba libremente durante un cierto período de tiempo. Como de esta forma se desperdician grandes cantidades de pastos o éstos no se consumen en el momento óptimo, ha sido sustituido progresivamente por otros sistemas de pastoreo, como el diferido, que significa un retraso en el comienzo del aprovechamiento del pastizal hasta el momento en que las especies pratenses hayan alcanzado cierto crecimiento y desarrollo.
Para ello suele dejarse una parcela cada año libre de pastoreo para permitir un mejor agarre de las plantas. A veces también se ha introducido el llamado pastoreo rotacional, que consiste en dividir la superficie pastable en un determinado número de parcelas, pasando los animales de una a otra mediante una rotación