El miedo otra vez a la ´derechona del trifachito´ ?con la amenaza de unas nuevas elecciones?, ya asusta menos que en marzo. Pésanchez no puede ir lanzando constantemente ultimátums, pues tanto va el cántaro a la fuente que?, o aquello del ´lobo qu
Presidente como sea. "O como un centro derecha PSOE-Cs, o como una Izquierda PSOE-UP, pero yo quiero ser presidente del Gobierno de España". Eso es lo que el altivo y displicente Pésanchez pretende sin dar casi nada a cambio: volver a la casilla de febrero de 2016, pero a ´pior´.
Los críticos más liberales, de Cs, le exigen para apoyarle en la investidura ?o para abstenerse? más dureza en el tema catalán y que no pactaran con EH Bildu y Geroa Bai en Navarra. Poca cosa piden, pues a Pésanchez le da lo mismo "izquierda, izquierda, derecha, adelante, atrás"(baile de la Yenka). Él, con tal de estar cuatro años más en el sillón de la Moncloa ?con el trireactor Falcon 900 incluido?, baila con quien haya que bailar. Ya hay muchas voces críticas desde la Izquierda, incluso desde el mismo PSOE, queacusan a Pésanchez en que piensa únicamente en su poltrona y no en la estabilidad y bienestar del país ni en el de los españoles.
Por el contrario, otros dirigentes del PSOE más socioliberal (esos barones tan ilustres y tan patrioteros) bien podrían pedirles ?a sus homónimos de Ciudadanos? que abandonen su colaboración en todas las autonomías, donde han hecho ´componendas´ con Vox y PP. Por ejemplo, en primer lugar revertir el pacto andaluz, o en Madrid, Murcia, C y L, además de muchas alcaldías y diputaciones del país.
¿Lo veremos? ¿Se acuerdan de "con Rivera no; con Rivera, no", que le gritaban militantes socialistas y de Unidas Podemos en la sede de Ferraz al proclamarse Pésanchez ganador de las elecciones generales el 28-M? Pues va a ser que sí, que con Rivera sí?, claro, si da el brazo a torcer, que todavía no está a punto de caramelo. Ya adelantan en Podemos que Pésanchez prefiere antes que a ellos "el apoyo o la abstención de Cs y PP para la investidura".
Ingenuamente algunos piensan que es posible acatar que Unidas Podemos es el socio preferente (pero sin aceptarle dentro del Gobierno), y luego acordar con Cs la investidura (abstención o apoyo). Y a la vez ?rizando el rizo?, acordar algo (no sabemos qué...) con PNV, Compromís, EH Bildu, regionalistas y demás mareas) No se puede estar en misa y repicando campanas a la vez.
Pero se equivoca Pésanchez, aunque crea que el PSOE es el que tiene que perder menos, con una nuevas elecciones en noviembre, si no se pacta con él, o no se abstienen unos y otros en su primera (julio) y segunda (setiembre) investidura.
El miedo otra vez a la ´derechona del trifachito´ ?con la amenaza de unas nuevas elecciones?, ya asusta menos que en marzo. No se puede ir lanzando constantemente ultimátums, pues tanto va el cántaro a la fuente que?, o aquello del ´lobo que viene´, hasta que llegó de verdad y la armó parda.
Y además, el problema no está tanto en los números de escaños sino en los programas, y en que la Izquierda no sabe pactar mientras la derecha lo hace más fácilmente. Tienen la piel ?y la conciencia? política menos fina y sensible, pues puede en ellos más el pragmatismo que las pequeñas divergencias.
Dicen que está en duda si en esas hipotéticas y próximas elecciones del otoño, PP, Vox y Cs, formarán un centro derecha-ultraderecha que tumbe a Pésanchez. O que Pésanchez sume con Cs, y sea otro centro derecha un poco menos derechón. Eso es lo que humorísticamente se dice de Cs que es la pata izquierda, sí, pero de la silla de la ´derechona trifálica´.
Y con Unidas Podemos y los regionalistas, el PNV y antiguos socios catalanes, si te he visto no me acuerdo. A Pésanchez no le importa pasar, en un santiamén, de una España progresista a otra reformista y regeneracionista a su manera.
Con ese baile de la Yenka que se trae Pésanchez, España ha pasado de la posibilidad ?como en Portugal y Suecia o Grecia? de tener un gabinete de ministros de Izquierda y progresistas, a tantear otro también fallido de socialdemócratas, para intentar al final uno de centro derecha (con Cs), pero con la temeridad que se convierta en uno de derecha pura y dura con PP y Vox, si le sale mal a Pésachez su macabra coreografía.
Por supuesto que hay políticos y simpatizantes ?entre todos los partidos aquí citados? que no están de acuerdo y que difieren de mi criterio. Y cada uno dice o discrepa ?a su manera, crípticamente? que es posible que eso ocurra o que no. Pero no se mojan en las razones claras por las que Pésanchez no quiere a Piglesias en el Gobierno.
El presidente en funciones critica: "Cs tiene un contrato con el PP y un subcontrato con Vox para institucionalizar gobiernos autonómicosy municipales, a semejanza de la polémica foto de la Plaza Colón en Madrid". Rivera, dice el líder sociata, "está institucionalizando esta foto del ´trifachito de la derecha´".
Y el naranjito le responde, parapetado por su sanedrín de barones más fieles, que prefiere otras elecciones a pactar ?con el PSOE en Madrid y Murcia, y a darle el visto bueno a la investidura de Pésanchez.
Mientras tanto, Piglesias en este sarao, va de algo "arrogante y temeroso"?Así, a ver cuánto les dura a los tres tanta zafia egolatría.
Otros creen que "tarde o temprano rectificarán Pésanchez y Piglesias".O no.
Si la previsión preelectoral marra y la ´derechona trifálica´ (Cs, PP y Vox) reúne más votos, además de un gobierno de Colón, tendremos a millones de votantes progresistas y/o de Izquierda profundamente cabreados, desmoralizados y sin alicientes políticos, exigiendo cambios de liderazgos y programas a PSOE y Podemos. O se explorarán, cabizbajos, otros nuevos caladeros políticos.