Si usted juega a la ONCE y, esporádica y moderadamente, también a los Juegos y Apuestas del Estado, ambos en el lote de productos que sirven para el cálculo del IPC, no se preocupe, usted no acabará arruinado o preso de una ludopatía.
No ocurre de igual manera con esos otros juegos que dominan la voluntad y que muy bien lo saben quienes caen en ellos atrapados de por vida. Pero no nos vamos a referir solo a los juegos en los que se apuesta dinero ?de los que haremos una precisión más adelante?, ya que sería un desperdicio si en este artículo dejáramos de referirnos a quienes juegan con el alcohol (hablamos de San Fermín) o el tabaco ?¡para qué hablar de otras drogas!? mientras la "banca" se cobra su salud.
Hay que reconocer que, en su momento, hubo mucha valentía por parte de los políticos a la hora de restringir la publicidad de estos productos, un hecho que de la noche a la mañana fue muy notorio para quienes la mayor parte de su vida fue vivida en el siglo pasado, jóvenes bombardeados por unos mensajes muy agresivos en los que fumar "era un placer" y en el que hablar de "Dyck" no era precisamente referirse al pintor flamenco.
Por supuesto que con poner freno a la publicidad no se acaba con el alcohol o el tabaco y menos aún acabar con las fuertes empresas de producción ?multinacionales la mayoría?, pero hoy, aparte de la restricción publicitaria, estos productos están obligados a recordar al consumidor "el daño causante en la salud del fumador" o "beba moderadamente. Es su responsabilidad".
Con el presente artículo, cuando julio se cobra medio mes y el personal está relajado en las playas (alguno servido de dudosos mojitos), terrazas o chiringuitos, nosotros no queremos fastidiar a nadie, es un simple recordatorio de lo que podemos hacer por quienes tenemos más cerca, que, como diría Unamuno, somos nosotros mismos.
Pero no se nos olvida que habíamos dejado para más adelante hablar de esas apuestas en las que descaradamente se incita al juego ?con queso de pasta gratis? para entrar de manera online desde tu casa a cualquier hora del día o de la noche. Sistema que está arruinando a muchos jóvenes y a sus familias.
Nosotros, sobre esto último, solo queremos avisar a la clase política (hoy bloqueada) que no coloquen el semáforo cuando ocurra el accidente, sino hoy, momento en el que estas empresas están "mensajeando" al joven (futuro enfermo ludópata) con todo tipo de alarde publicitario.
Ya acabamos. Y para relajarnos un poco, la próxima semana intentaremos hablar de esa partida de póker que están jugando los señores Sánchez e Iglesias ?¡ya vale de faroles!?, a ver si para entonces lo tienen más claro, pues el resultado de esa partida nos afecta a todos los españoles.