Desde 2012 han impulsado y desarrollado cuatro investigaciones sobre los efectos positivos de la intervención asistida con perros, educados y adiestrados para este tipo de terapias
De pelo marrón y suave al tacto; sociable y de expresión afable. Es Moka, una Labrador Retriever del equipo canino de intervención asistida con perros en personas con demencia, una de las líneas de investigación pioneras que, contando con personal formado y especializado, desde el año 2012 impulsa y desarrolla el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias del Imserso en Salamanca. La intervención asistida con perros, educados y entrenados para este tipo de programas terapéuticos, forma parte de las terapias no farmacológicas dirigidas a la mejora de los síntomas psicológicos y conductuales de las demencias, uno de los principales problemas para familiares y educadores. "El objetivo era comprobar en qué áreas resulta más efectivo y eficiente trabajar este tipo de terapias en personas con demencia, y en la terapia asistida con perros hemos visto que en lo que más ayuda es en el plano anímico, afectivo y funcional", explica Elisa Pérez Redondo, responsable de intervención asistida con animales en el CRE de Alzheimer.
"Un perro no te juzga por tus fallos de memoria", apunta Elisa Pérez, autora además de la guía de implantación de este tipo de intervención, y al mismo tiempo "es un motivador muy fuerte". El CRE de Alzheimer ha llevado a cabo en estos años cuatro investigaciones que constatan los beneficios de la terapia con perros en personas con demencia, estando pendiente de publicarse los resultados de un último estudio sobre los efectos de la intervención asistida con perros en un programa de fisioterapia.
Beneficios de la intervención asistida con perros
En una de las investigaciones realizadas en el CRE de Alzheimer, y que se recoge en la guía de implantación, se evaluaron los efectos de la intervención asistida con perros sobre las alteraciones de conducta, la tensión arterial, la función cognitiva y la capacidad funcional de personas afectadas por demencia, obteniendo "un descenso significativo en la tensión arterial, ausencia de SPCD (síntomas psicológicos y conductuales de la demencia) durante las sesiones de intervención y mejora de la experiencia". En otra línea de investigación, comprobaron el efecto significativo de la intervención asistida con perros sobre "las conductas prosociales y sobre la afectividad de las personas con demencias residentes en módulos de convivencia".
"La expresión de los usuarios cambia cuando vienen aquí", y como reconoce uno de ellos, "yo vengo por ella", en referencia a Moka, que ahora tiene 4 años y a la que hemos tenido la oportunidad de ver trabajar en una de las sesiones semanales con Elisa y con Teresa, otra de las usuarias de esta terapia. En esta sesión las actividades van enfocadas a trabajar la psicomotricidad final, la atención y concentración. Actividades "sencillas y ajustadas a las necesidades de apoyo y características de cada una de las personas destinatarias de la intervención". Moka, al igual que el resto del equipo canino -al que se suman Luz, de raza Labrador; Trufa, una Golden Retriever; Luna, una Teckel, y Pipo, sin raza específica- es el mejor ejemplo de lo que un perro de terapia puede hacer por ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida y, en este caso, a mejorar la atención sociosanitaria.
El equipo de profesionales del centro se encarga de valorar qué usuarios son susceptibles de participar en la intervención asistida con perros, teniendo en cuenta su historia vital, sus capacidades y limitaciones (físicas, verbales y sensoriales) y sus necesidades de apoyo y adaptación. Entre los criterios a tener en cuenta es fundamental su interés pasado y afecto por los animales y su deseo de participar en la terapia.
Investigaciones realizadas
'Efectos de la Intervención Asistida con Perros sobre los Síntomas Psicológicos y Conductuales en las demencias', cuyo objetivo era evaluar los efectos de la terapia asistida con perros sobre las alteraciones de conducta, la tensión arterial, la función cognitiva y la capacidad funcional de personas con demencia. Y, al mismo tiempo, conocer la capacidad de la terapia asistida con perros para generar una experiencia positiva en el usuario en comparación con otras actividades.
'Efectos de la Intervención Asistida con Perros sobre la conducta social y la emoción', y que consistió en comprobar si durante las sesiones aumentaban los comportamientos pro-sociales, las expresiones emocionales positivas y los aspectos positivos de la experiencia de la persona con demencia. Y si se reducía las expresiones emocionales negativas y los signos de rechazo y displacer hacia las actividades propuestas.
'Efectos de la Intervención Asistida con Perros sobre la apatía, depresión y calidad de vida en personas con demencia', estudio para evaluar los efectos de la terapia asistida con perros sobre la frecuencia e intensidad de trastornos neuropsiquiátricos, la apatía, irritabilidad, depresión y la calidad de vida de personas con demencia.
'Comparación de las respuestas ante un estímulo de roboterapia (PARO) y un perro en personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias', estudio para evaluar y comparar los comportamientos sociales, las manifestaciones emocionales, la implicación y la experiencia en la terapia no farmacológica que muestran las personas con demencia durante sesiones individuales de interacción con la foca robótica Paro, un cachorro de perro y una condición de control/placebo con la foca robótica apagada.
Actualmente, el CRE de Alzheimer cuenta con un estudio en desarrollo sobre los 'Efectos de la intervención asistida con perros en un programa de fisioterapia'.
FOTOS Y VÍDEO: Lydia González