Armoniosos sonidos marcan el latir de tu corazón con el trino de los pájaros, abriendo tus entrañas verde oliva y limón, derramas sobre tu sierra excitantes lienzos, mostrando largas piernas, bajo la falda de tu montaña.
Se hunde El Valle mostrando el pueblo en tu arcilloso pubis techado en teja y vestido en cal, como broche de oro de una madre que palpita, silenciosa y bella, acunando sueños de un alegre despertar. Se alzan los senos de tus cumbres hacia el infinito, simulando mares, en un espacioso cielo.