"Como árboles genealógicos, los ríos, al desembocar los unos en los otros, para acabar en el mar, configuran verdaderos sistemas nerviosos de la tierra, a la que irradian la fertilidad de las aguas..." (José Luis Puerto) / Foto de Ángeles Rebollo
Como árboles genealógicos, los ríos, al desembocar los unos en los otros, para acabar en el mar, configuran verdaderos sistemas nerviosos de la tierra, a la que irradian la fertilidad de las aguas.
Aquí, el Cuerpo de Hombre desemboca en el Alagón, que, en su momento, lo hará en el Tajo, para verter estas aguas al océano en el estuario de Lisboa.
Qué hermoso recorrido realizan estas nuestras aguas humildes hasta formar parte de ese gran cuerpo acuático. Y todo tan manriqueño..., como nosotros.
José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo