Imagen del río Tormes, uno de los enclaves llamados a ganar protagonismo en Salamanca. Foto: Manuel Lamas


LOCAL
Actualizado 05/06/2019
Redacción

Una ambiciosa iniciativa que integra naturaleza y urbanismo para mejorar la salud urbana, cohesionar los barrios y fomentar el empleo a través de nuevas actividades económicas ligadas al medio ambiente

La Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde, una apuesta firme del Ayuntamiento de Salamanca por la protección de la biodiversidad, situará a la ciudad a la vanguardia en la defensa del medio ambiente y del desarrollo urbano sostenible, siendo además la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad con un clima tan especial que aborda un proyecto medioambiental de tal magnitud. Una estrategia ambiciosa para mejorar la salud urbana, integrar los barrios y fomentar el empleo gracias a la integración de urbanismo y naturaleza, y que plantea 276 actuaciones a desarrollar durante los próximos quince años, desde el centro hasta los nuevos barrios de la periferia y los límites con todos los términos municipales del alfoz de Salamanca (Aldeatejada, Arapiles, Cabrerizos, Carbajosa de la Sagrada, Carrascal de Barregas, Doñinos de Salamanca, Santa Marta de Tormes, Villamayor de Armuña y Villares de la Reina). Las primeras 88 medidas, a ejecutar durante los próximos cinco años, cuentan con un presupuesto estimado en 10,7 millones de euros.

Una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento, con la colaboración de la Universidad de Salamanca y la aportación de un equipo de arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio, entre quienes se encuentran los responsables del anillo verde de Vitoria, y que ligada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para frenar el cambio climático antes del año 2030.

Primeras medidas

Entre las medidas ya presupuestadas se encuentran la renaturalización de la ciudad con la plantación de más árboles y la ampliación de las zonas verdes para conectar corredores y mitigar el impacto de la emisión de gases de efecto invernadero, así como la creación de viveros y cultivos ecológicos. En el río se incluye la incorporación de refugios para aves y de elementos para la reserva de la biodiversidad y la fauna, o la recuperación de molinos y acequias con fines educativos.

Dentro de la propia ciudad, entre las medidas prioritarias, las encaminadas a mitigar los efectos del cambio climático, favoreciendo la integración de las energías renovables en los edificios. También se proyecta la sustitución de especies que provocan alergias por autóctonas, la creación de micropaisajes y la incorporación de elementos vegetales en edificaciones (como fachadas y tejados), en propiedades privadas (como patios, balcones y zonas comunitarias), o en el mobiliario urbano, lo que contribuirá a la reducción de los niveles de ruido mediante el apantallamiento vegetal. Al mismo tiempo, se proponen espacios verdes basados en composiciones florales estacionales o plantas aromáticas, y una reserva de especies vegetales en el vivero municipal.

En el río Tormes, principalmente en La Aldehuela, se propone potenciar el bosque de ribera con un gran paseo arbolado en la vía pecuaria, plantaciones arbustivas en linderos para favorecer la avifauna y controlar especies de insectos que actúan como plagas de huertas, microhábitas-refugio para especies, más praderas naturales y más árboles de acompañamiento en espacios baldíos. El objetivo es conectar la ciudad con el río a través de una senda con ejemplares adultos, especies de ribera autóctonas y otras de fruto para proporcionar alimentación a la fauna silvestre.

Más allá del suelo urbano, la Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde en Salamanca plantea la creación de reservas integrales (sin uso recreativo, exclusivamente destinadas a la regeneración ambiental y al estudio científico) y la creación de más corredores verdes como los que actualmente ejecuta el Ayuntamiento hacia el estadio Helmántico y la urbanización Las Bizarricas, con sendas peatonales y ciclistas, así como nuevos árboles.

Por otra parte, la Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde contempla la catalogación y protección de 19 bienes de patrimonio arqueológico, industrial y etnográfico.

Con esta estrategia, el Ayuntamiento de Salamanca potenciará el medio natural de la ciudad, protegiendo y aumentando la biodiversidad en todo su término municipal y comunicando los espacios naturales para mejorar el estado y el funcionamiento de los diferentes ecosistemas, evitando su fragmentación física y funcional. Itinerarios que se integrarán con la ciudad a través de corredores verdes, sendas peatonales, carriles bici, más árboles, parques, zonas verdes y energías renovables en los edificios.

Beneficios para la ciudad

La Infraestructura Verde reportará, por tanto, importantes beneficios medioambientales a Salamanca, por la protección del patrimonio natural, cultural, arqueológico y social, y la adaptación al cambio climático. La promoción de la movilidad sostenible, las medidas de eficiencia energética y el aumento de zonas verdes generarán una mayor calidad del aire y favorecerán el desarrollo de hábitos saludables, lo que redundará en una mejor salud de los ciudadanos. También en generar riqueza y empleo mediante actividad económica asociada a las medidas puestas en marcha. Por ejemplo con negocios particulares que surgen en torno a la navegación del río, avistamiento de aves o visitas guiadas.

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