Casi inaudito dicho gol, como si fuera un partido de infantiles, por la dejadez y falta de atención de profesionales hechos y derechos. Sin embargo, se dice que un futbolista natural de Leeds, jugador de la academia del Liverpool, asistió urgentemente un balón para que el futbolista Arnold lanzase el saque de esquina. En realidad, el niño de 14 años que actuaba de recogepelotas, Oakley Cannonier, estuvo muy diligente para jugar la sorpresa posterior y la consecución del gol definitivo del partido. Se comenta que Alexander-Arnold el futbolista que dio el pase ganador también fue recogepelotas del estadio del Liverpool, por tanto, un buen ejemplo para el niño Oakley.
Los especialistas del lugar apuntan que hasta los recopelotas disponen de unas estratgegia preconcebida igual que también habían detectado en el Liverpool sobre "la mala costumbre del Barcelona de quejarse a los árbitros cada vez que había una decisión discutida en su contra de ellos y detectaba una oportunidad", detalles señalados por "The Telegraph" y "The Independent": "Carl Lancaster, uno de los mentores de la academia del club en Kirkby, tiene entre sus responsabcilidades la formación de los recogepelotas. Oakley Cannonier, futbolista de 14 años, también fue responsable del cuarto gol del Liverpool al asistir de balón con rapidez. El ex capitán del Liverpool, Graeme Souness, comentó en la televisión irlandesa que el club invite a Cannonier y a su familia al partido final de "Champions" a celebrar en el Wanda de Madrid.
Lo cierto es que esta jugada estaba planificada, los ingleses analizaron en detalle al Barcelona y descubrieron que los futbolistas de Ernesto Valverde perdían de vista el balón más tiempo de lo normal cuando había un balón parado. Y en esa estrategia, no solo contribuyeron los futbolistas sino un recogepelotas de 14 años.