El Santander, que tiene previsto cerrar una de cada 4 oficinas, mantiene abiertas actualmente 16 en la ciudad
El cierre de hasta 1.150 oficinas bancarias y el despido de hasta 3.700 empleados. Son las cifras del nuevo ERE que ha puesto sobre la mesa el Banco Santander, y que pone en jaque la continuidad de muchas de las sucursales que todavía mantiene abiertas. El cierre de oficinas bancarias no es nuevo, es una de las consecuencias de la crisis financiera, las posteriores fusiones bancarias y la creciente digitalización de los servicios (banca online).
Será el segundo ERE del banco dirigido por Ana Patricia Botín desde que adquiriera el Banco Popular en 2017. El cierre de oficinas, argumentado en gran medida para evitar la duplicidad de sucursales en determinadas zonas, afectaría al 26% de su actual red, y que según datos del propio banco asciende a 4.366 sucursales. Aproximadamente una de cada 4 oficinas cerrará sus puertas. En Salamanca capital la red también se ha reducido notablemente, manteniendo actualmente 16 oficinas abiertas. En cuanto al número de empleados, según los datos recogidos en su memoria anual, a finales de 2018 contaba con 32.313.