José Luis Dader, especialista en comunicación política y periodismo, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid


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Actualizado 30/04/2019
Jorge Holguera

Este reconocido especialista en comunicación política que "los detalles efímeros o impactantes puedan despertar el sentimiento del votante a favor o en contra de distintos grupos"

En uno de los periodos de mayor intensidad electoral de la historia de la Democracia, dada la coincidencia de procesos en marcha para elección en España de representantes políticos a nivel nacional, local, regional y europeo, es fundamental poner el oído a las sabias aportaciones de los expertos en la materia. En Salamanca reside el reconocido catedrático José Luis Dader.

Este profesor del área del periodismo está especializado en comunicación política y nuevos movimientos de profesionalismo periodístico, con especial seguimiento del periodismo de precisión y de datos. El doctor Dader accedió amablemente a conceder esta interesante entrevista para los lectores de este diario. El acercamiento a este brillante teórico de la materia fue posible gracias al Instituto Psicoanalítico de Salamanca que lo tiene como profesor invitado y a su vez como autor en uno de sus semanarios.

¿Cómo llegaron a entran en contacto usted y el Instituto Psicoanalítico de Salamanca?

Fue a través del Javier Sedano, secretario del Instituto Psicoanalítico de Salamanca. Tuvimos una conversación en la que vimos que parte de la actividad a la que yo me dedico tiene mucho que ver con los intereses de esta asociación. Me dedico a la comunicación política y dentro de ella me interesa todo lo relacionado con los mecanismos de persuasión. Estudio cómo funcionan estos en la cultura contemporánea. Obviamente, eso tiene que ver con el mundo global de la psicología, el análisis de los sentimientos, de los deseos y en definitiva con los temas que va cualquier instituto psicoanalítico ha tratado de manera tradicional.

-¿En qué ven que se persuade más a través de las emociones y los sentimientos?

Esto se ve ahora en que el ciudadano decide el voto más a última hora. Antes se trataba de un voto más tradicional, porque que la gente tenia decidido su voto con mucha antelación. De hecho, en los años 60 o 70 se venia a decir que el voto tenia que ver con la demografía, por ejemplo, en relación con la familia a la que pertenecían. Ahora se habla mas de la volatilidad del voto que se manifiesta hasta en los últimos momentos del proceso electoral. Hay cada vez mas gente que decide su voto incluso el último día.

-¿Hay una predominancia del sentimentalismo?

Efectivamente, dominan los impulsos sentimentales, y los detalles efímeros o impactantes que puedan despertar el sentimiento del votante a favor o en contra de distintos grupos. Por ello, las ideologías y el análisis de la información sobre los programas electorales pierden importancia. Ello se traduce en que las formaciones políticas y los políticos, a través del marketing político están constantemente buscando provocar reacciones sentimentales. A través de una empatía, simpatía para los propios y antipatía para los adversarios. Esto mucho más que mostrar que su programa fiscal o por ejemplo social tenga más o menos interés para la sociedad.

-¿Cuál es la diferencia entre emociones y sentimientos?

Con lo poco que he ido entrando en psicología social puedo decir que te encuentras que no hay una definición. Mas o menos. la tendencia que percibo como dominantes viene a decir que las emociones serian afectos inmediatos y fuertes, de corto alcance pero que pueden provocar reacciones físicas. En cambio, los sentimientos serian afectos más leves, más difusos, pero más duraderos. No suelen tener reacciones físicas y al mismo tiempo tienen afecciones de menor profundidad. En términos tradiciones se suponía que las grandes pasiones políticas provocarían un sentimiento a favor o de rechazo de determinadas emociones. Lo que esta pasando últimamente es que ya no se provocan granes emociones, sino que se producen pequeños estímulos muy superficiales que hacen que a la gente le caiga bien o le caiga mal un determinado candidato. Por eso hay movimientos de tan poco alcance que pueden significar cambio de intención de voto incluso en unas horas. a gente puede cambiar su voto simplemente porque habido un acontecimiento en la vía pública que le haya llamado su atención, le ha resultado mas atractiva una declaración de un candidato que otro, le ha molestado un mensaje en un Twitt de un candidato,.. Por esa razón hay algunos autores que han acuñado el termino de democracia sentimental.

¿Qué implica dicha democracia sentimental?

Lo más importante para provocar la reacción electoral es apelar a los sentimientos. Son unos sentimientos de escasa profundidad, incluso movidos por la estética. De manera que se puede decir que otra dinámica muy desarrollada en el tiempo contemporáneo es lo que se puede llamar la estetización de la política.

¿La estetización de la política es un fenómeno reciente?

La estetización de la política no es nueva. De hecho, ya Walter Benjamín habló de la estetización de la política en los años 30. Por ejemplo, el régimen Nazi fue uno de los regímenes que más cuidó y trabajó la estetización de la política, precisamente toda la parnafelaria utilizdapor los Nacias era un intento de captar o persuadir a través de elementos estéticos que provocaran reacción emocional. Sin embargo, en el momento actual la estetización de la política ha alcanzado unos niveles de máxima intensidad donde cualquier candidato, movimiento político recurre a la estética. Pero lo hacen en una escala de ligereza que tiene que ver con las modas. Se esta buscando constantemente el atractivo político a través de elementos estéticos. Así se hace tan importante desde cómo visten los candidatos, qué métaforas utilizan, qué símbolos mentales emplean y cómo los textos se estetizan cada vez mas. Un elemento muy claro de la estetización del discurso político tiene que ver con el abandono de la argumentación y su sustitución por la narratividad. De hecho, hay un mecanismo que todas las personas que se dedican al marketing político o comercial utilizan que es lo que se llama la técnica del storytelling.

¿Cómo funciona el storytelling?

Consiste en que en que, por ejemplo, para venderte un coche, en lugar de argumentarte que su mecánica es la mejor o que es el que menos consume o cosas por el estilo, te cuentan una historia. Te muestran alguien que viaja con su familia, y gracias a ese coche se supera el problema que tenían. Es una pequeña historia contada en 30 segundos que capta mas la atención que la argumentación. Entonces, se suprimen los argumentos y se sustituyen por la narración. Dichas narraciones no tienen nada de profundidad, no explican el cómo o el porqué de la utilidad de unas ideas políticas frente a otras, etcétera. Pero son pequeños cuentos o historias que pueden hacerte empatizar con el partido que te las propone.

¿Esa primacía de lo superficial es algo que se puede ver a nivel social?

Un factor muy importante en los propios medios de comunicación de masas, que tanto públicos como privados es que aspiran a tener la mayor audiencia posible. Son conscientes de que con argumentos pesados y detallados la gente se aburre. El mayore pecado en la sociedad contemporánea es el aburrimiento. Nos pasa a los profesores y en otros ámbitos de la sociedad. La persona que se aburre, automáticamente se desconecta. Entonces, quien pretenda transmitir un argumento acerca de porqué debiera ser preferible su opción de gobierno frente a otra y no sea capaz de retener la atención pierde todas las posibilidades de ser escuchado. La única manera de captar la atención es recurrir constantemente a efectos psicológicos, estéticos... en definitiva, de afectación de tus sentimientos. Por eso, por ejemplo, se impone el tweet sobre el mensaje electoral. Ahora mismo tiene éxito un candidato político que en 240 caracteres te diga algo que resulte muy impactante. Esto es algo que inmediatamente es recogido por todos los medios de comunicación, es recogido por las redes sociales, produce polémicas y así capta enormemente la atención. Por lo tanto, alguien que pretenda explicarte, no ya en media hora sino en cinco minutos, las razones de porqué su proyecto político es muy probablemente que pierda la atención del 90% de los que pudiera haber captado.

Evidentemente estas cuestiones son conocidas por los políticos, ¿Qué implica que esto sea conocido por los ciudadanos?

Es muy importante que lo supieran los ciudadanos. Quizá a los que nos dedicamos a estos temas nos parece tan evidente que no necesitaría mayor explicación, pero probablemente el ciudadano de a pie no es consciente de todas estas cosas. Con lo cual, es muy importante la formación crítica de los ciudadanos. Sería importante que, en los colegios, al menos en la formación secundaria, hubiera algún tipo de formaciones para fomentar el espíritu crítico de los ciudadanos. Si no, el ciudadano a través del inconsciente tiende a caer en la trampa y prestar atención a aquel que resulta mas llamativo. Además se esta viendo que esa búsqueda de lo más llamativo se traduce en búsqueda de lo más estridente, algo que explica fenómenos como el de Donald Trump o el de los nuevos populismos tanto de izquierdas como de derechas, donde vemos que no solo se intenta captar la atención de la gente, como veníamos viendo en los 80 o 90, sino que se intenta captar la atención incluso de una manera provocadora porque estamos tan saturados de mecanismos de atracción que estos mismos se devalúan. Ya no causan asombro ciertos gestos o declaraciones que antes podrían llamar la atención. Es una forma de carrera hacia las metáforas mas exageradas, las formas más escandalosas de hablar y de referirse a cualquier asunto. Por tanto, se acaba hablando más de aquel candidato capaz de expresar cosas mucho mas bárbaras. Hasta no hace demasiado tiempo un político que fuera radical en sus formas tenia pocas posibilidades de ganar unas elecciones. Por ejemplo, ahora ha ganado las elecciones un humorista en Ucrania. En su día hubo precedentes de payasos o actores que se presentaban a las elecciones, pero no llegaban a gran cosa.

¿A que se debe esta tendencia?

Esto se debe a varias cosas. A la mayor fragmentación que tenemos actualmente en el espacio político. Eso unido a la búsqueda de las apelaciones sentimentales mas llamativas está llevando a que fuerzas, que antes llamábamos radicales y extremistas que no tenían posibilidad de tener un resultado amplio, ahora sin necesidad de llegar a un 40%, por ejemplo, con un 15 o 20% les está sirviendo para tener protagonismo político o llegar al poder y formar parte de coaliciones de poder. Esto hace que ahora ser radical tenga premio en el mercado electoral cuando antes no. Esto es muestra de esa sentimentalidad de la política en que vivimos.

¿Cómo entra aquí el psicoanálisis?

Hay un par de elementos de conexión muy claros. Uno de ellos es cómo se desarrolla la psicología de las multitudes, que es uno de los temas desarrollados por Freud, y qué tiene que ver en todo esto la oferta y la manipulación del deseo, otro pensamiento clásico de este autor. En definitiva, se trata de ver porque se consigue que los electores voten a un candidato u otro al estimularse en ellos un deseo. Lo que ofrece ese candidato es más importante para ese elector que otros, por tanto, se trata de saber en qué medida los deseos son manipulables, qué cuestiones lo facilitan... Otro punto de conexión con el psicoanálisis es la cuestión de cómo se producen la identificación del ciudadano con la masa y con el líder. Esta es otra idea de Freud. Por otro lado, la idea de identificación con el resto de los miembros de la misma masa como una forma de salir del miedo a la soledad o a sentirse aislado. Se trata de saber si esa idea de Freud de la conexión de los ciudadanos con la masa o grupos organizados se produce de igual manera en los momentos actuales a cómo se podía producir en los tiempos en que Freud analizo estas cosas.

-¿Qué puede hacer que acabe gobernando la derecha o la izquierda?

Tanto unos como otros están intentando influir sobre unos afectos que son fundamentales en los seres humanos. De hecho, hay una serie de autores que hablan de esto y nos dicen que siempre en último término la política intenta influir o persuadir algunos grandes afectos básicos que están por debajo y son mucho más comunes que las ideologías. Las ideologías son propuestas específicas, sin embargo, hay afectos básicos que son mucho más generales. Probablemente los dos o tres afectos son el del temor y la seguridad, muy conectados entre sí, y el de la esperanza o deseo de vida mejor. Precisamente, tanto los partidos de izquierdas como de derechas construyen relatos, que son explicaciones muy sintéticas de cómo responden a esos afectos básicos que todo el ser humano tiene. El afecto del temor y la seguridad está siendo motivo concreto del relato de los cinco partidos principales nacionales que están compitiendo. Por ejemplo, los partidos de derecha están hablando de temor seguridad, por ejemplo, en la cuestión de que España se rompa. Por la izquierda es igual, obviamente con un relato distinto, por ejemplo, ellos hablan de que no se retroceda en que la gente viva como quiera. Entonces, unos temen unas cosas y otros otras, pero en ambos relatos existe la apelación al temor. El otro elemento es la esperanza, de tal forma que yo diría que es prácticamente imposible ganar unas elecciones contemporáneas si no se apela a ella. Hay estudios en los Estados Unidos en los que se puede ver que sistemáticamente ganó las elecciones el candidato que había sido más optimista en su discurso. Eso nos da la certeza de que la gente no quiere escuchar malas noticias a futuro, quiere paraísos de futuro, aunque sean falsos. Esos elementos están en los relatos, en unos más y en otro menos, pero diría que esos afectos están presentes en la campaña electoral que ahora tenemos.

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