Cuidado con los besos extranjeros,
los banquetes de boda, los retretes,
los juicios, las promesas, los reencuentros.
Las batallas empiezan cuando empiezan
y acaban cuando acaban, si es que acaban;
la muerte es azarosa y decisiva,
la vida es un camino inesperado.
Desconfía de padres y de hijos,
de hermanos y hermanastros, de sirvientes,
amantes, meretrices, sacerdotes.
Y duda de ti mismo y de tu suerte,
de los dioses antiguos y los nuevos.