Pese al aparatoso revolcón contra las tablas que le dio uno de los toros, no sufrió heridas por asta
De nuevo con un fenomenal ambiente producto entre otras cosas de la gran meteorología, Ciudad Rodrigo estrenó a primera hora de la madrugada del Martes la última jornada de su Carnaval 2019 (aunque los mirobrigenses todavía consideran el evento perteneciente al Lunes) con la tradicional capea nocturna.
Realmente, se puede considerar que el evento 'comenzó' una hora antes, cuando hizo su entrada en la Plaza la Charanga Manliao, ya que desde entonces la animación fue constante. En ello también tuvo que ver un balón de fútbol reglamentario que fue de un lado a otro de la Plaza durante un buen rato.
En lo que respecta a la capea en sí, tuvo como protagonistas a dos astados de los Hermanos Sánchez Herrero, Artillero y Astifino, que ofrecieron un juego desigual. Mientras que el primero, negro, sí dio bastante, el segundo, colorao, no ofreció tanto. En esta ocasión, la velada fue dominada por los recortadores, teniendo 'poco' protagonismo los maletillas (aunque alguno sí intervino).
Como es tradición, cada uno de los astados salió dos veces al coso mirobrigense. Fue en la segunda de las salidas al coso de Artillero donde se produjo la principal incidencia de la noche: el feo revolcón contra las tablas que le dio a un mozo de 33 años natural de Morón de la Frontera (Sevilla). Aunque todo el mundo se temía una cornada de mayor o menor gravedad, solo sufrió policontusiones, siendo su pronóstico reservado, según se informó desde la Enfermería de la Plaza.
Por otro lado, en ese lugar también se atendió a un joven de 21 años de Santa Marta de Tormes (Salamanca), por una irritación en ojos por inhalación de humo. En este sentido, hay que apuntar que en los tablaos del fondo sur se lanzó en plena capea (como también se refleja en las imágenes de la galería) una o varias bombas de humo, causando graves molestias a todas las personas que había cerca.