Los bueyes de los Hermanos Celador Zurdo conocieron el recorrido con la compañía de cientos de personas dentro de las agujas
Una vez dado el pistoletazo de salida al Carnaval con el Campanazo, fue turno para ir a coger sitio para el primer evento taurino: el encierro de mansos, protagonizado por los bueyes de los Hermanos Celador Zurdo que intervendrán en todos los festejos populares excepto en el encierro a caballo.
El evento transcurrió con normalidad, durando unos 12-13 minutos en total. De los toriles de San Pelayo salieron 10 bueyes, pero uno de ellos se hizo el remolón en esa zona de salida, sin llegar a subir como sus hermanos a la Plaza, donde fueron introducidos en los toriles unos instantes antes de proceder al desencierro, que también fue muy rápido (varios de los bueyes se quedaron en los toriles de la Plaza para la capea nocturna).
Como es habitual, cientos de personas estuvieron dentro de agujas durante el encierro de mansos (todavía con luz natural al caer el Carnaval este año tan tarde), siendo muchos de ellas 'diferentes' a las que se las verán con los toros a partir de este Sábado en los encierros urbanos.
Según los partes médicos emitidos tanto desde la Enfermería de la Plaza como por Cruz Roja, el evento dejó un herido: un joven de Granada de 30 años sufrió una fractura tras ser pisado en su mano derecha por uno de los bueyes mientras regresaban a toriles. El joven fue trasladado hasta el Centro de Salud y Especialidades, al igual que una mujer de la que se desconocen más datos que presentaba una intoxicación etílica.
A partir de ahí, se inició un tiempo 'libre' de fiesta hasta la capea nocturna.