OPINIóN
Actualizado 01/03/2019
Teresa Marcos Domínguez
Mueve el aire hasta el forraje,
pero más mueve a la espiga;
con ese frescor que trae
la cosecha agradecida.
El movimiento del aire...
el aire, en la verde espiga,
con ese fresco abundante
la cosecha sostenida.
La cosecha se enmaraña,
se llena de mar de espigas;
y el fresco del aire puro
es el sostén de las mismas.
EI aire sostén de mieses,
en el verdor de Ia espiga;
jugando con esas raspas
que tienen dichas espigas.
¡Que bello el sembrado verde!
cuando la espiga está viva,
vede crecer y aumentar
o">bajo el sol que lo ilumina.
Bate el viento a las espigas,
cuando no están bien granadas
con sus raspas hacia arriba
juega el aire en las espigas.
Mar de mieses en el campo,
en el campo de la espiga;
cuando el grano se acelera
el año que no hay sequía.
Las espigas inclinadas,
por el peso que ellas tienen;
darán la cosecha espléndida
cuando el tiempo la sostiene.
Cuando la cosecha es próspera,
mar de mieses, mar de espigas
y si el tiempo la sostiene...
es la tierra agradecida.
Del libro 'La llave del silencio'
Teresa Marcos Domínguez
http://teresamarcosdominguez.com/
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