La era del vinilo comenzó su decadencia a principios de los noventa (después de las cifras históricas de 1984) al llegar el nuevo formato CD, que era más fácilmente transportable y daba más posibilidades para la digitalización, pero en los últimos años cada vez más melómanos han vuelto a hacer posible que las compañías vuelvan a apostar por el vinilo, por una cuestión de añoranza a tiempos pasados.
Tanto es así que, aproximadamente, un tercio de las novedades musicales, hoy en día se vuelven a editar en vinilo. Algo que para los coleccionistas es una muy buena noticia. Además, por la presencia de vinilos en España, en tiendas como Fnac o El Corte Inglés, se estima que el porcentaje seguirá subiendo.
Ya sabemos que el mayor porcentaje de venta musical en la actualidad lo lidera el streaming, pero ¿por qué ha repuntado la venta de vinilos?
Se entiende que porque hay mucho nostálgico, aunque el perfil del consumidor de vinilos es muy diverso. Pero lo cierto es que tener en las manos un disco de tales dimensiones y colocarlo en el plato del giradiscos para colocarle la aguja es toda una ceremonia. Aunque también hay personas que lo utilizan como artículos de coleccionista, por lo que compran un vinilo como inversión a largo plaz. Tanto es así que en algunas ocasiones no llegan ni a desprecintan el disco, porque ese tesoro quizá valga más en el futuro.
Para muchos el CD es un formato que carece de soporte duradero y apuestan por el vinilo como soporte más longevo, pero lo cierto es que los vinilos sufren un desgaste por cada reproducción, lo que a lo largo de los años puede convertirse en un fastidio. Por ello los hay que pasan el audio analógico del vinilo a soporte digital y lo escuchan en CD o mp3, lo cual es una paradoja.
Para otros el sonido del CD tiene una calidad que no puede igualar el vinilo, ya que este último ofrece una calidad sonora un tanto peor y un volumen más reducido para evitar problemas psicoacústicos.
Por eso quizá los compradores de vinilos no pueden hablan de calidad sonora, sino de calidez sonora.
¿Qué prefieres tú? Un vinilo con su Cover Art o un CD con su libreto.