Es una vía rápida para solucionar una contienda, sea como fuere el penalti siempre será injusto para el que lo sufre y razonable para el que recibió la falta máxima. Son situaciones que afloran el partidismo indisimulable que todos tenemos a favor de un determinado equipo. Pero, cualquiera que fuera el resultado final, nunca estamos demasiado satisfechos si el partido se ganó tan solo con un gol de penalti por cuanto son tres puntos conseguidos "con la facilidad" de un tiro a la portería tan solo a 9,15 metros y con la soledad de un portero que trata de defender los espacios disponibles de su portería, al fin y al cabo dos postes verticales de 2,44 metros de alto separados por un larguero en lo alto de dichos postes separados unos 7,32 metros uno del otro.
Recientemente se publicó (Ángel Díaz, 4.12.2019, diario Marca) un estudio con aproximadamente 100.000 penas máximas, lanzadas entre 2009 y 2018, de los que el 75,49% de los lanzamientos subieron al marcador, mientras que el 17,57% fue parado por los porteros y un 4,07% fue desviado, aunque un 2,87% la pelota pegó en el palo. Los datos recogidos y analizados por InStat fueron recopilados en una década con 1.017 torneos de fútbol profesional y semiprofesional, masculi nos y femeninos, llegando a 201 países. "El método del disparo "poderoso" es el menos fiable. En el 28% de los casos, no se convierten en gol. Los disparos "precisos" son los más eficientes, cuanto más suave el tiro mayor la posibilidad de marcar". Puestos a precisar se llega a esta apreciación: "Nos sorprendió que la zona más efectiva para dirigir el tiro sea la esquina superior izquierda? la zona menos segura es la parte superior central".
Otras conclusiones son interesantes: "El jugador en el campo se ve afectado por las emociones, la fatiga y muchos otros factores. El entrenador es quien ve el panorama completo? A veces, el entrenador debe detenerlos si entiende que el jugador está abrumado por las emociones o físicamente agotado". Por tanto, aparte las virtudes técnicas del jugador, una conclusión evidente es que es fundamental tener seguridad anímica. Los más "tiquismiquis" aseguran que al atacar el balón se deben dar solo cinco pasos, se falla mucho por coger mucha carrera, otros fallan sin tomar carrera, por golpear a su izquierda los derechos, o a la derecha los izquierdos, por hacer "paradinhas", por tirar al centro, etcétera. Vaguedades. Porque el número de penaltis tomados en este estudio dan de sí para concretar unas conclusiones válidas. Y, estoy muy de acuerdo, lo mental priva sobre lo instrumental?