Carmen Díez, cabeza de lista de Podemos Unirnos X Salamanca, señala como grandes problemas la falta de oportunidades laborales, la movilidad y el precio de los alquileres
María del Carmen Díez encabeza la candidatura de Podemos Unirnos X Salamanca a las primarias del Ayuntamiento. Licenciada en Derecho, Graduada Social y experta en género y comunicación y trabajadora en la Diputación de Salamanca, es vicesecretaria de Podemos Salamanca.
¿Qué le ha animado a presentar esta candidatura?
La confianza de un grupo de personas inscritas en Podemos Salamanca que me han propuesto ser cabeza de una lista municipal que quiere mejorar Salamanca. Personas que compartimos el convencimiento de que la situación de Salamanca es insostenible. Perdemos cada vez más gente, es un goteo continuo. Vemos que la ciudad va a peor, que incluso se está empobreciendo la población que se queda a vivir en ella. Y llega un momento que analizamos que o se hace algo o esto irá cada vez a peor.
¿Contaría con su rival a la hora de forma lista si resulta ganadora?
Depende de las personas inscritas en Podemos Salamanca. La lista final quedará según la ordenen sus votos pero en todo caso, en mayor o menor medida, habrá personas de una lista en la de la otra. Es un aspecto democrático de nuestra forma de funcionar.
¿Cuál es el principal problema de Salamanca?
Es un problema que no es netamente municipal, o al menos no sólo municipal: es la falta de oportunidades de trabajo. Y este problema afecta de forma importante en la juventud de la ciudad, juventud que estando suficientemente preparada se tiene que ir. De ahí la progresiva pérdida de población. Salamanca a día de hoy no es una ciudad para trabajar. El segundo problema principal es el diseño urbano, concretamente los problemas de la movilidad, con un tráfico nervioso, rápido, mal organizado. Seguimos teniendo varios atropellos mortales al año. Además, el precio para alquilar vivienda está disparado, en cifras récord. Salamanca puede ser una ciudad donde se pueda vivir mucho mejor.
En infraestructuras, ¿qué necesita?
Una reforma profunda de su red viaria. Es necesario que las aceras se ensanchen, disminuir los carriles de tráfico rodado, cambiar la configuración de los pasos de peatones, crear más zonas verdes y de esparcimiento en las zonas liberadas del tráfico, más plazas. Esta debiera ser una reforma en toda la ciudad, también en los barrios. Con caminos escolares seguros, carriles de transporte público. La construcción de más viviendas públicas para alquiler regulado (la oferta actual es muy escasa) y más escuelas infantiles y residencias públicas de tercera edad. Centros de participación integrada en todos los barrios. Que la ciudad disponga, ya es hora, de un centro de recepción de visitantes. La imagen de grandes autobuses atravesando la ciudad tiene que desaparecer. En la red de comunicaciones y a nivel periférico una de las infraestructuras necesaria sería completar la circunvalación con la construcción de la Ronda Este que conecte Villares, Cabrerizos, Santa Marta y Carbajosa. También apostar por un consorcio público de transporte metropolitano que nos conecta con los municipios limítrofes. Los tiempos de conexión por tren con Valladolid tienen que acortarse con un más eficaz uso de red electrificada. Y por supuesto, a nivel provincial, hay que terminar la autovía A62 y la electrificación de la vía hasta la frontera de la línea Medina del Campo-Vilar Formoso.
Apuestan por una ciudad donde se pueda vivir y trabajar, ¿cómo se puede conseguir?
Donde se pueda 'vivir' porque el espacio público, el que todas compartimos, sea agradable para caminar y para estar. Una ciudad en la que la deambulación a pie sea segura y tranquila, y en la que la calle esté llena de vida y actividad. Esto, que ya lo vivimos en el centro y que nos gusta tanto, que se viva en el resto de la ciudad. Además, queremos que el acceso a la vivienda no sea un lujo inasumible. Para abordarlo, apostamos por una política de alquiler público garantizado. Donde se pueda 'trabajar' porque haya oportunidades para todas las personas cuyo proyecto de vida sea esta ciudad. Impulsando, desde la creatividad, la innovación y la transferencia de conocimiento desde la Universidad, nuevas industrias.
Destacan en su programa la necesidad de crear empresas vinculadas a la industrialización verde, a la cultura o a la investigación y la innovación.
Señalo por delante, que la potenciación de la propia economía es lo que hay que asegurar. En este sentido seguimos apostando por el turismo, quizá con un giro más cultural, más fresco y por la industria agroalimentaria. Es positivo atraer empresas de fuera, pero es también necesario que se impulse la industria desde quienes aquí vivimos, facilitadas por las instituciones públicas y que den futuro y trabajo a nuestras y nuestros hijos. Y hay que intentar crecer más. La industria que hay que promover debe estar ligada a los modelos de la economía verde, la primera la de la producción de energía renovable. También debemos impulsar la industria de transformación de las materias primas de la provincia y la del español y la industria biosanitaria, especialmente la geriátrica. Existe un potencial de industria ligada a la cultura que bien aprovechada también puede contribuir a la creación de puestos de trabajo. Para ello, la colaboración estrecha con la Universidad es fundamental, pues es la fuente de innovación, ciencia, creatividad y posibilidades que tenemos en Salamanca. Impulsamos la creación de una Mesa de Política Industrial, en la que se reunirían los actores sociales, la Universidad y el Ayuntamiento para coordinar las políticas industriales y apostar decididamente por ellas.
¿Cómo se puede frenar desde un Ayuntamiento la marcha de jóvenes?
Los jóvenes se van porque no hay oportunidades y porque no hay trabajos dignos. Tenemos una ciudad que genera miles de jóvenes muy bien formados y no somos capaces de generar empleos para esos jóvenes, desaprovechándolos completamente cuando podrían generar riqueza en la ciudad y la provincia. El Ayuntamiento, en colaboración con el resto de instituciones públicas y entidades empresariales y sindicales debe promover un modelo para la creación de más industria. Además, si mejoramos la habitabilidad de la ciudad, reduciendo la contaminación, abaratando el alquiler y desplegando un modelo de movilidad pensado para la infancia será mucho más atractivo y posible quedarse y tener familia en la ciudad, como ya pasó en Pontevedra, de hecho, donde ha aumentado su población en 12000 personas desde 2009.
¿Se pagan demasiados impuestos?
El problema no es pagar muchos impuestos, el problema es cuando los impuestos no son equitativos o no están justificados. Los precios públicos de los servicios municipales no son conceptualmente impuestos pero también forma parte de ese dinero que la gente pagamos al Ayuntamiento. Por poner algunos ejemplos: A mi juicio, el IBI de las viviendas habitadas regularmente debería ser más barato que el de la vivienda vacía. Y sobre todo deberían pagarlo inmuebles que ahora están injustamente exentos. El agua es un bien común que no debiera estar privatizado. En manos del Ayuntamiento sería más barato. El deporte es una actividad saludable para la ciudadanía. La gestión de las instalaciones municipales no puede estar en manos privadas. Así siempre es más caro, desde el momento en que hay que pagar el beneficio a la empresa. La cultura ha de estar al alcance de las personas de la ciudad. La oferta tiene que ser más amplia en su destino y variada en precio.
¿Qué balance haces de la gestión de Ganemos Salamanca en estos cuatro años?
Desde mi punto de vista Ganemos ha sido un actor de control, supervisión y critica fundamental, necesario, imprescindible. Un soplo de aire fresco en esta ciudad. Ganemos ha realizado multitud de propuestas alternativas a las planteadas desde el gobierno municipal. Salamanca estaría mucho peor si Ganemos no estuviese en el Ayuntamiento. Sin duda alguna, hay que continuar trabajando en esa línea.
¿Y del equipo de Gobierno?
No he visto realizar una política distinta a la mantenida en los últimos años: falta de inversiones (todos los años sobra dinero en la partida de inversiones). Nula participación de la ciudadanía en los proyectos que les afectan. Déficits en el funcionamiento de algunos servicios. Poca imaginación en la promoción del empleo juvenil. En definitiva un modelo ya caduco y poco ilusionante.