El paraje de la Peña Redonda acogió a gente de todas las edades que disfrutaron de la primera comida campestre del año
Un año más, siguiendo una antigua tradición, los vecinos de La Fregeneda han salido al campo a comer el hornazo los primeros días de febrero. La fiesta de Las Candelas y San Blas, los días 2 y 3 de febrero incluye, además de actos religiosos, la celebración de las primeras comidas campestres del año en este enclave del oeste salmantino, en el que habitualmente se disfruta de un agradable microclima mediterráneo.
Los más valientes ya salieron ayer a comer al campo, a pesar del frío. Y por la noche todos disfrutaron bailando con la orquesta Malibú, en la segunda verbena del programa festivo organizado por el Ayuntamiento.
El tiempo, el soleado día de San Blas, ha animado hoy a gente de todas las edades a salir al campo a comer, una vez finalizados la misa, procesión, bendición y reparto de las gargantillas bendecidas, que, con el objeto de evitar varias enfermedades respiratorias, colgarán del cuello de los creyentes hasta el miércoles de ceniza.
Niños, jóvenes y mayores, familias al completo y las peñas de la localidad se desplazaron hasta el cercano paraje de La Peña Redonda para degustar los típicos hornazos, además de exquisitos asados de carne, queso, embutidos y otras delicias gastronómicas. Distribuidos por el entorno de la gran mole de piedra que da nombre al paraje, todos los asistentes, entre ellos los miembros de las peñas K-51, LTZ, El Abigero, Ya son Candelas, disfrutaron de la comida y la buena compañía durante toda la tarde.
En otros parajes del municipio, como la estación de Valdenoguera o el entorno de Vega Terrón, también se reunieron a comer grupos de amigos y familias.
Los vecinos volverán a salir al campo a comer, el día 4 de febrero, como manda la tradición.