El martes volvimos a salir a las calles de toda España.
Y nos volvieron a llamar locas, feminazis? E incluso kale borroka.
Como si con nuestras protestas hicieramos daño a algo o a alguien. Como si las nuevas feministas fueran más violentas que las sufragistas, a las que por cierto, también las llamaron de todo.
No, los insultos no son por defender nuestros derechos, sino por perder sus privilegios: si nosotras tenemos más derechos, los machistas ya no pueden hacer con nosotras lo que les venga en gana. Y eso duele. Y cuánto más machista se es, más duele. Y cuanto más machista se es, más mentiras se inventan para proteger sus privilegios.
NO. No existen las denuncias falsas (el porcentaje es muchísimo más pequeño que en cualquier otro delito)
NO. Un violador no siempre es un enfermo. Mi cuerpo es mío y no de ningún tío.
NO. No queremos ser valientes, queremos ser libres. La calle también es nuestra.
NO. No es abuso, es violación. No queremos más sentencias como las de la manada.
NO. No vamos a parar. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí, no vamos a ceder ni un milímetro de nuestros derechos. Es más, vamos a seguir saliendo a la calle por los que aún nos quedan, que siguen siendo muchos.