En la noche de ayer, pasadas las 23, 15h, fue encontrado muerto en su muestrario el color marrón. Según fuentes del departamento forense de la Policía, el color llevada meses sumido en una profunda depresión, acuciada por la evidencia de no poderse quitar de encima el negativo significado de su nombre en la sociedad.
Varios compañeros de trabajo han declarado que marrón llevaba luchando mucho tiempo contra esa mala reputación de su nombre, empleado en las más insospechadas declaraciones, en muchos casos cercanas al improperio, al dicterio o, como se suele decir vulgarmente, al insulto. El beis oscuro, inseparable amigo del marrón, ha declarado a los medios locales: "estaba muy mal últimamente, llevaba tiempo sin conseguir un buen trabajo y casi siempre era despedido con la misma e injusta expresión por parte de los jefes: ¡menudo marrón me ha caído!. Y, definitivamente, no ha podido superarlo. Ayer tarde fue la última vez que le vi, parecía animado. Solía tener momentos de lucidez, como cuando oía a poetas que hablaban de la tierra, pero le duraban poco. La verdad es que no me extraña nada que haya acabado así. La presión debió ser insoportable", finalizó.
Preguntado al azul cielo, cuya relación con el marrón era cordial, respondió: me lo esperaba; era un buen tipo, pero la gente le tenía una inquina soterrada sin una explicación lógica. No lo entiendo. Que haya muerto así. Nos veíamos mucho en los cuadros realistas, yo arriba, él abajo, nos complementábamos bien. Una pena. Le recordaré siempre.
El juez de guardia descolgó el teléfono a duras penas. El sueño le había desequilibrado la mente en un despertar ensordecedor por el agudo pitido del aparato.
- Sí, dígame.
- Sr. Juez, tiene que venir denseguida: parece que es un suicidio.