OPINIóN
Actualizado 08/01/2019
Fernando Robustillo

Servidor no puede decir si los chinos son un ejemplo como personas porque no los conoce a todos. Además, son tantos, que sería una misión imposible. Me imagino que habrá de todo.

Pero podemos hablar, sin temor a ser señalados de racistas ni nada por el estilo, de la bien ganada fama del engañoso "bueno, bonito, barato" de sus productos, tanto que arrebataron este eslogan y arruinaron la economía de subsistencia de aquellos moritos que tiempo atrás deambulaban por nuestro país. En un inciso, lo de "bueno" lo vamos a dejar aparte.

Hoy día los chinos ya son ricos y para mostrar al mundo sus riquezas, qué menos que un viajecito a la luna. Quizá muchos de nosotros, perjudicados de tanta ingesta de bebidas y comidas desde que, a primeros de diciembre, comenzaron las fiestas, no nos hemos enterado de la llegada a nuestro satélite de la sonda Change' 4 que enviada por los hijos del sol naciente alunizó en el lado oculto de la luna en los primeros días de enero.

Por supuesto nadie les quita a los americanos ese podium de haber sido los primeros en llegar a la luna hace cincuenta años, jamás lo pusimos en duda, ya que lo vivimos con intensidad por televisión y el relato fue, a pesar de las parodias, del inigualable Jesús Hermida, o sea, la voz con Dios perdida -recordemos que la semana pasada, en femenino, hacíamos justicia con la fuerza en el relato de Gloria Serra, que la deseamos mucho tiempo entre nosotros y que bien puede tratarse de la heredera televisiva de Jesús.

Pero centrémonos en el viaje lunar de los chinos y lo primero que debemos decir es que ignoramos para qué quieren conquistar la luna. Según señala su agencia espacial, cuyo nombre pudiera ser CC (Cobo Calleja) por lo parecido a CC (Cabo Cañaveral) o por aportar grandes sumas, la misión del viaje será la de investigar la geología y evolución del satélite. Y puesto que nos dice que este será su quehacer, nosotros no somos nadie para ponerlo en duda.

Sin embargo, los españolitos que no han sido abducidos por las pasadas fiestas, hablan y hablan y dicen cosas como que lo que quieren los chinos es abrir allí un gran bazar y en los viajes que se sucedan llevar un turismo de zombis que paseen las 24 horas de estante en estante maravillados por ese "estocaje" que dejan de vender en la Tierra. Pero los malpensados siempre existieron y hay quienes aciertan. Algunos llegan al infinito y señalan que "si ya no bastaba con toda la basura espacial que han dejado los rusos, americanos y otros, ahora el espacio se devalúa aún más con lo que caerá de estos bazares".

¿Tópicos? Ya hemos dicho líneas atrás que su fama ha sido bien ganada, y son muchos los clientes que les devolverían destornilladores, llaves inglesas (o chinas) y multitud de artilugios que un día pagaron "todo a cien" y al no resolverles su necesidad les salieron caros. En la actualidad no lo sé, pero esto quizá, aunque solo fuera alguna vez, les ocurrió a la mayoría de los mortales.

Otros, la coña la sitúan en la construcción de la nave, pues si ha sido fabricada con esas herramientas o piezas de los chinos, ¡a ver qué occidental sube a los cohetes! No vamos a estar seguros ni a la hora de la muerte, parece que cada vez lo ponen más difícil, ya nos habían anunciado que el camino del cielo era pedregoso y lleno de espinas, pero nadie nos había dicho que lo encontraríamos minado de alas (y no de ángeles), tuercas y tornillos.

Nosotros, como ciudadanos del mundo, estamos a años luz de quienes están en contra de que la gente pueda ganarse el sustento donde haya un trabajo que realizar y cumplan la normativa del país de acogida, pero no nos parece ningún ejemplo los turbios negocios que manejan nuestros amigos chinos -desconocemos si hay que ceñirlo sólo a la mafia china- que por su hermetismo y trabajo semiclandestino -con explotación de sus propios compatriotas- nadie sabe cómo operan y presuntamente hasta qué punto tienen la boca callada a políticos de este país y de otros muchos.

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