Es difícil imaginar una Navidad sin el Cascanueces. Este ballet, compuesto entre los años 1891 y 1892, es un cuento de hadas-ballet estructurado en dos actos, bajo petición de Iván Vsévolozhsky, director de los Teatros Imperiales.
Se estrenó en 1892 con música compuesta por Tchaikovsky. Esta obra, debido a su argumento de fantasía, a su corta duración y a su fantástica música, es un reclamo en estas fechas navideñas para disfrutar de ella en familia.
Ahora, gracias a las nuevas tecnologías, podemos disfrutar de la representación que hace el Royal Ballet de esta obra sin movernos de Salamanca, una iniciativa a cargo de los cines Van Dyck, que nos dan la posibilidad de disfrutar del espectáculo con una música de calidad, desde la butaca de los cines.
Esta versión, producida por el británico Peter Wright en 1984, se ha convertido en una representación de referencia que ahora dirige Barry Wordsworth.
Hoy es el día para aprovechar y disfrutar de este espectáculo en todos los sentidos. Os animo a echar un vistazo al tráiler promocional.