¡Oh! Si fuera poeta,
cubriría tu lecho de versos,
rasgaría con mi voz el
el encaje de estrellas en el azulado cielo.
¡Oh! Si pudiera soñar
sería enviado de ángeles
dejaría mis alas y correría a tu encuentro
secaría tus lagrimas con mis mejillas
libaría en aguas azules y también en grises,
no sería ajena a tu palabra
ni a tu presencia
¡Oh! Si tuviera fe
en esta noche donde el silencio
se desnuda de ruidos
borraría la angustia
del moribundo,
el dolor del enfermo,
llenaría la jícara del sediento,
sería luna calmando la bravura del mar
esencia
faro
guiando al migrante de futuro incierto.
¡Oh si fuera golondrina!
haría un collar con las pequeñas semillas que a diario me ofrece la vida,
sonreiría ante lo imposible,
no juzgaría,
borraría la envidia y los celos,
bebería en el cristalino líquido de tus labios.
¡Oh! Si fuera caminante,
ahora, precisamente ahora,
cuando la imponente calma del cosmos suspira,
y la nieve derrite las estrellas
dormidas en la bóveda celeste,
borraría la desesperanza
la soledad,
la huella del fracaso,
el proyecto de un día.
y harta de tanta perplejidad,
mostraría al mundo,
sin temor, sin miedo,
las arrugas severas que dejaron los siglos.
Isaura Díaz de Figueiredo 2018