Penamacor se prepara para encender el Madero

Penamacor es la capital de un concejo rayano situado en la Beira Baixa portuguesa. Ha ganado el sobrenombre de Vila Madeiro por acoger la que se dice que es la Hoguera de Navidad más grande de Portugal, pero también por la animación existente durante toda la época navideña y que gira alrededor del Madeiro, desde la recogida de la leña, el transporte hasta la villa, su depósito al lado de la iglesia formando una enorme pila y la convivencia vecinal en la calle, que surge en torno a él y que dura varios días.

Delante de la fachada de la iglesia de Santiago, del siglo XVI, el principal templo de la localidad, está ya depositada la montaña de grandes troncos, que los jóvenes de Penamacor y del resto de localidades del concejo trajeron hasta aquí el día 7 de diciembre, dando así inicio al ciclo de actividades navideñas integradas en el Vila Madeiro 2018.

En el Portugal rural, sobre todo, en las Beiras y en el resto de regiones del interior, es tradicional encender en la noche del 24 el Madeiro de Natal. Después de la cena de Nochebuena, los vecinos salen de sus casas y se juntan alrededor de la hoguera para cantar villancicos, beber jeropiga, aguardiente u otros licores propios de esta época y confraternizar, en un acto que ya es un ritual. Después, a las 12, es celebrada la Misa del Gallo.

La singularidad de Penamacor, sin embargo, es que la llama del Madero se prende 5 minutos antes de la medianoche del 23, y no del 24, permaneciendo encendida hasta el final de la tarde del día 25, día de Navidad. Durante casi 48 horas la pila de troncos calienta e ilumina Penamacor.

La montaña de leña tiene varios metros de altura y la luminosidad que desprende la hoguera alcanza tal dimensión, que no sólo calienta a los vecinos que acuden al encuentro, sino que puede verse desde todos los rincones de la villa y hace que la fachada de la iglesia y edificios colindantes tengan que ser pintados cada año después del evento.

El Vila Madeiro de Penamacor es un evento que abarca mucho más que la Hoguera, dinamiza toda una serie de actividades que transcurren a lo largo de más de dos semanas. Este año, comenzó con el célebre Desfile de Tractores, uno de los puntos altos de la Navidad penamacorense. Los quintos del 98 de todo el concejo son los encargados de cortar y transportar la leña hasta la iglesia de São Tiago de Penamacor. Cuando los chicos y chicas llegan a la villa, entonando canciones tradicionales encaramados en lo alto de las pilas de leña, son recibidos por toda la población, que los vitorea mientras los jóvenes, cumpliendo con la tradición, les tiran naranjas y ramos de naranjo. Este año han participado en este cortejo más de 20 tractores y acabaron la fiesta en el tradicional Baile de Quintos.

Esta vez, le corresponde a la cuadrilla del 98 organizar todo lo que tiene que ver directamente con el Madeiro y participar activamente en el resto de actividades desarrolladas a lo largo del ciclo de Navidad, que dura, estrictamente, algo más de dos semanas, pero en versión ampliada, desde principios de diciembre hasta finales de enero.

Penamacor, una Navidad en la Naturaleza: Orimadeiro, Orihorse, frutos silvestres y una Carrera Nocturna

Siguiendo el enfoque medioambiental que la Cámara Municipal de Penamacor, promotora del evento, quiere darle al Vila Madeiro, se han organizado toda una serie de actividades en la Naturaleza, destinadas a la población de todas las edades, pero muchas de ellas enfocadas a la educación ambiental de los más jóvenes.

Mediante paseos por el campo y la carpa 'Navidad en el Bosque', se pretende realizar una labor pedagógica ligada al conocimiento del entorno natural existente en Penamacor, cuyo territorio se sitúa en la Reserva Natural de la Sierra de Malcata. Estas actividades se han dinamizado con juegos educativos, vídeos de naturaleza con equipos de realidad virtual y actividades de orientación en la naturaleza (Orimadeiro) en las que participa el Servicio Educativo del Geopark Naturtejo.

Orimadeiro consiste en diversas actividades de orientación al aire libre. La destinada a los niños se basa en el seguimiento de animales propios de esta comarca; la dirigida a la población adulta, siguiendo las marcas judías de la localidad, el recorrido del agua o los diversos edificios del patrimonio monumental; y el destinado a los más mayores, va encaminado a trabajar la memoria para fomentar la orientación.

En el espacio 'Sabores del Bosque' se están llevando a cabo demostraciones de cocina en vivo en las que los productos autóctonos se ponen en valor a través de recetas tradicionales navideñas de la Beira. El Mercado de Navidad está instalado en la plaza de la iglesia y en el Parque de la República y en él destacan los frutos silvestres (arándanos, grosellas, frambuesas, moras,?), al natural o en productos elaborados. A este tipo de cultivo se están dedicando grandes extensiones de terreno en la región, que está consiguiendo fijar población y trabajadores en el sector primario.

En el Paseo Ecuestre (Orihorse) realizado el pasado sábado, participaron 42 caballistas, que acudieron a Penamacor desde toda la región y desde comarcas españolas vecinas. A pesar de la lluvia, pasearon por la villa y por todo el concejo, que pretende así mantener su tradición caballista y fomentar el turismo ecuestre.

La 2ª Carrera Solidaria Vila Madeiro comenzará el domingo 23 a las 18h00 (hora portuguesa) y el dinero recaudado a través de las inscripciones se destinará a los Bomberos Voluntarios de Penamacor.

Simultáneamente, se está desarrollando en estos días, -los de más animación dentro de la temporada invernal en la localidad-, la Feria del Libro.

Este programa de animación navideña, vinculado con el conocimiento del medio natural, está integrado en las actividades del organismo iNature-Turismo Sostenible en Espacios Clasificados, y está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Cantar al Niño (Cantar ao Menino)

El encuentro de cantares de Navidad, lo que en España llamaríamos villancicos, -aquí llamado Cantares ao Menino (Cantares al Niño Jesús)-, tiene lugar en el Convento de San Antonio de Penamacor y en él participan grupos folclóricos de localidades de toda la región, como Covilhã, Fundão, Sertã, Castelo Branco, incluso grupos del Alentejo y de la Beira Litoral.

Las canciones de la época navideña son interesantes desde el punto de vista etno-musical, pues a través de ellas conocemos cómo vivían las sociedades antiguas esta época del año, tan importante en la religión cristiana como en la sabiduría pagana. Este periodo comienza con los cánticos que se realizan durante la recogida de la leña, los que se cantan cuando se monta el Madero, las canciones de Nochebuena frente a la Hoguera, las de la Misa del Gallo, las del día de Reyes y, finalmente, las Janeiras, que en Portugal se cantan durante todo el mes de enero (janeiro) de casa en casa mientras se pide algo parecido al aguinaldo.

Penamacor, tradición por los cuatro costados

Durante siglos Penamacor fue una importante plaza militar en la frontera, como vestigios de esa misión, queda hoy un trozo de muralla medieval, con la puerta de entrada a la antigua ciudadela, la Torre del Homenaje del castillo y la Torre del Reloj. En la zona cercana extramuros, destaca la iglesia de la Misericordia, con un bonito pórtico de estilo manuelino, el gótico tardío portugués, y el Pelourinho.

La villa rayana es un conglomerado de calles muy empinadas, cuya cumbre preside la Torre del Reloj. Descendiendo por estas adoquinadas calles llegamos a lo que es hoy el centro de la vida de la localidad, que se extiende desde la plaza de Doña Bárbara, -antiguo cuartel militar, que hoy alberga el museo municipal-, hasta el Jardín de la República, un espacio agradable para tomar un café con vistas, y donde en estos días están los puestos del Mercadillo de Navidad. Cerca, se encuentra el Convento de San Antonio, un edificio singular del siglo XVI y, subiendo nuevamente hasta la iglesia de Santiago, otra de las plazas animadas de la villa.

Penamacor, la Villa Madero, es una típica localidad de frontera, con mezcla de tradiciones portuguesas de la Beira y alguna española, que tuvo un importante pasado como fortaleza militar y que hoy ha sido elegida, por su calidad de vida, por una comunidad de extranjeros de quince nacionalidades diferentes, -aunque la mayor parte de ellos, británicos-, que han venido aquí a vivir y no dejan de crecer. Entre todos, están contribuyendo a darle un nuevo aire a Penamacor, que quiere orientar su futuro al turismo termal y de naturaleza, pero preservando su cultura agropecuaria.