Uno de los remates de Fer Ruiz que llevaron algo de peligro. Foto de Alberto Martín


DEPORTES
Actualizado 16/12/2018
César García

Completamos la crónica del Salamanca UDS 0-Real Valladolid B 0 con la opinión de César García

Dice el refranero español que "vísperas de mucho, días de nada" y algo así pasó este domingo en el Helmántico. El Salamanca UDS volvía a casa tras 4 jornadas sin perder, con la esperanza de salir de los puestos de descenso ante un rival directo y un ambiente de ilusión en la grada, propiciado por los miles de escolares a los que había invitado el club y la actuación de Rumba Estrés antes del encuentro.

Me gusta ir con tiempo al estadio, escuchar comentarios de la gente y ver los detalles del calentamiento. Y en esta ocasión los aplausos a los futbolistas blanquinegros, antes y después de los ejercicios preliminares, mostraban el respaldo total y la fidelidad de sus seguidores. Sin embargo, el equipo no estuvo a la altura, se desperdició una jornada más y se mantiene en los puestos de descenso.

El partido

Las bajas para recibir al filial del Valladolid hicieron que Calderón, que seguía sancionado, situase a Sergio Molina como central, junto a Armando y Carvalho, con Sotres de portero. En los carriles Calero y Mena. Por delante de la zaga Amaro, con Indiano a su derecha y Manu Molina a su izquierda. Completando el once los atacantes: Fer Ruiz por el lado diestro y Moussa por el otro.

Salvando un par de intentos de Fer Ruiz, lo cierto es que los charros ni dominaban, ni creaban peligro. De este modo, en el minuto 26, un niño que estaba en la fila 22 de la Preferencia resumía a la perfección lo que estábamos viendo: "No estamos jugando bien", decía.

De hecho, antes del descanso llegaron dos avisos de los visitantes y poco más. El Salamanca UDS estaba sin ideas, sin ritmo, sin alma.. y como consecuencia de todo ello, el respetable se mostraba molesto y pesimista al descanso.

En la segunda mitad, el cambio de Héctor por Moussa pareció dar algo más de empuje a esa posición, pero el conjunto seguía ofreciendo un rendimiento bajo. Es más, los pucelanos tuvieron las ocasiones más claras para marcar. Llegué a contar tres y en una de ellas fue Sotres el que evitó el tanto.

En partidos anteriores se habían alabado las decisiones del técnico en las sustituciones, pero esta vez no surtieron el efecto deseado. Ni el mencionado Héctor, ni Junior, ni Pablo fueron capaces de cambiar una dinámica pobre y, por supuesto, peligrosa.

Los jugadores

Sotres fue el mejor y salvo un error en una salida por alto cumplió con su papel y salvó al equipo de una derrota con una buena intervención en el minuto 4 del segundo tiempo.

Calero estuvo muy activo por el carril derecho y con esa intensidad que otros compañeros no tuvieron.

Sergio Molina cumplió como central, a pesar de que esa no es su posición natural.

Armando tuvo un día discreto y en alguna acción se pudo ver que en el cuerpo a cuerpo solventa las situaciones con veteranía, pero con metros por delante sufre muchísimo.

Carvalho no lo hizo mal, pero tuvo algunos pases defectuosos que empañaron su actuación.

Mena no brilló pero su compromiso es indiscutible y eso es de agredecer, sobre todo cuando ha sido el último en llegar a la plantilla.

Amaro, el capitán, otra vez importante para cerrar espacios por delante de la zaga, aunque sería más útil para el equipo más adelante, si hubiera un mediocentro defensivo nato, como podría ser Chiapas, que volverá en enero.

Indiano dejó algunos detalles de calidad, pero estuvo lento y se le notó la falta de ritmo. No en vano, fue su primer partido de titular en toda la temporada.

Manu Molina no me gustó. No marca las diferencias, como de él se esperaba. Está tardando en demostrar su capacidad en los partidos reales.

Fer Ruiz tuvo las pocas ocasiones de los locales con un par de cabezazos fuera. Al margen de eso, poco más.

Moussa no aprovechó su oportunidad y, por eso, tras el primer tiempo se quedó en el vestuario. Cada vez tiene más papeletas para la salida en el mercado de invierno.

Héctor aportó el vigor y la garra que no puso el africano. Además, se sacrificaba en defensa bajando más que los centrocampistas. Tal y como está la liga para el Salamanca UDS prefiero este tipo de guerreros antes que futbolistas de más calidad pero menos luchadores.

Junior y Pablo tuvieron minutos pero poco pudieron demostrar. El primero sigue perdiendo demasiados balones. Y el segundo, que ha estado lesionado, será útil cuando vuelva a coger la forma.

El entrenador

"Tenemos muchas bajas y hacemos lo que podemos". Esto es lo que ha dicho Antonio Calderón tras el 0-0 ante el Valladolid B. Queda claro que el técnico, que es el que más conoce a la plantilla, piensa que el equipo no da mucho más de sí. De hecho, ha reconocido que hay carencias en el centro del campo, una plantilla descompensada y que se está trabajando para solventar todo esto durante el mercado de invierno.

Agradezco la sinceridad de Calderón pero, mientras tanto, se están desaprovechando demasiadas oportunidades y lamentarse por las ausencias no soluciona nada. Más bien al contrario, el jugador que entre para sustituir a los que no están pensará que el 'mister' no confía demasiado en él, ni siquiera en esas circunstancias en las que se ve obligado a ponerlo.

Todo esto son las consecuencias de la pésima planificación que hizo el club tras el ascenso y de la gestión de Movilla durante el verano. Y es que, tras la situación deportiva, que es preocupante, se encuentra la institucional, que es mucho más delicada, porque no se ha profesionalizado el club como prometió el mecenas mexicano y esa es la base para poder solventar todos los problemas que vayan surgiendo en el césped.

La afición

Por último, una reflexión sobre la hinchada del Salamanca. Está muy bien que se anime al equipo con todo tipo de cánticos y es un lujo contar con ese incansable Fondo Sur pero eso de meterse con los vecinos, en este caso con el Valladolid, no entiendo qué aporta a los jugadores para que mejoren su rendimiento.

Es más, en un partido en el que había más niños de los habituales en el Helmántico, no es el mejor ejemplo insultar a los pucelanos para 'crear ambiente'. Ya nos gustaría a nosotros estar como el Valladolid, con el equipo en Primera y el filial en Segunda B, algo que nunca consiguió la UDS.

César García / Fotos de Alberto Martín

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