OPINIóN
Actualizado 06/11/2018
CALDERÓN

Sepulturas celtas, propiedad de la familia González y Figueiredo (Foto tomada por D.Pablo Rodríguez Fernández)

La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamado "Día de Muertos" o "Día de Difuntos", se celebra el día 2 de noviembre, el fin es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal, y especialmente por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación.

Como muchas de las fiestas católicas este día está vinculado con tradiciones paganas, que poco a poco fueron incorporándose a rituales cristianos. La víspera del Día de Todos los Santos se remonta a una ceremonia druídica de tiempos precristianos. Los druidas practicaban el culto a los antepasados, no temían a la muerte ya que creían en la transmigración del alma, y a pesar de que llevaban a cabo sacrificios humanos, predicaban el valor supremo del Bien. Este fue uno de los motivos por el cual druidas, y el pueblo celta, tuvieron mala fama, fomentada por la falta de tradición escrita, haciendo prevalecer los juicios y opiniones de griegos y romanos, aunque es bueno recordar, para no olvidar, que los romanos hacían sacrificios con humanos en el siglo III a. C.

Sus santuarios eran de piedra, en forma circular y sin techo, para poder contemplar el firmamento, se conservan algunos al sur de Inglaterra, los Dólmenes de Avebury y de Stonehenge, donde según cuenta la leyenda, está enterrado el rey Arturo.

En realidad, el término "druida" hace referencia a una jerarquía ? La superior ? de las cuatro que existían en la clase sacerdotal de los celtas. Los integrantes de la categoría más baja comenzaba por los estudiantes o "amdaurs" (aspirantes a druidas), reconocidos por llevar túnicas amarillas. Dentro de la clase sacerdotal están los "vates", que se distinguían por utilizar el color rojo. El escalafón o grado no solo se manifestaba en la vestimenta, sino en las atribuciones y conocimientos.

A los "vates" se les debe buena parte de la trascendencia de los mitos, tradiciones, creencias y conocimientos de la civilización celta, ya que eran los encargados de compilarlos para transmitirlos al pueblo. Además, practicaban la profecía, estudiaban filosofía, astronomía, medicina, música, poesía y oratoria. Al llegar a una etapa avanzada, y después de superar una compleja ceremonia de iniciación, usaban el color azul, que indicaba que habían accedido al nivel de "los bardos". encargados de amenizar las fiestas y celebraciones, recitando en prosa o en verso, las proezas de sus guerreros y cantar alabanzas a los dioses.

Los bosques eran lugar de adoración y temor dentro de las tribus célticas, se las consideraba morada de los dioses. No es casualidad que a los integrantes de la clase sacerdotal se los llamara druidas, palabra de raíz céltica "derb" y "dru" significa roble, practicaban los rituales bajo frondosas arboledas de robledales, sentados sobre troncos sagrados, administraban justicia y decidían la paz y la guerra. Por otro lado es una antigua costumbre celta tocar madera ante el anuncio de un hecho ingrato, superstición, que tiene su explicación en los robles azotados por los rayos en las tormentas, como resultado indujeron a creer que estos árboles debían ser la morada de las deidades, de ahí el ritual de tocarlos cuando el peligro acecha.

Los druidas, era el escalafón de mayor influencia, sabían leer y escribir, en griego y latín, al igual que los antiguos sacerdotes egipcios, sin embargo optaron por dejar la existencia de su pueblo y saberes por vía oral. Este fue uno de los principales motivos por el cual no se ha considerado la magnitud del importante legado celta, los celtas no creían en documentos escritos.

Para ellos, la poesía, no sólo es un recurso literario, sino también la forma de fijar detalles e historias en su memoria. Tan potente fue la tradición oral que ninguna historia, leyendas y leyes celtas, fueron transcriptas hasta seis o siete siglos después del nacimiento de Cristo, labor que realizaron los monjes celtas irlandeses.

La estructura social de los diferentes pueblos, clanes y tribus estaba claramente diferenciada en tres estratos: druidas, nobles y pueblo.

Esta clasificación es similar a la que efectúa Platón en la República, los tres estamentos en cómo se organiza la sociedad, representan las tres partes del alma. La parte inteligible, la irascible y la concupiscible: los sabios, los guerreros y los productores de riqueza, en estos últimos se incluyen los comerciantes, artesanos y campesinos labradores, ya sean ricos o pobres. Los sabios, son los conocedores de "la verdad", y encargados de dirigir la comunidad

Tenían dos dioses principales. El dios solar y un dios de los muertos este se llama Samhain, la fiesta se celebraba el 1 de noviembre, comenzando entonces el nuevo año celta. Celebraban el final de las cosechas y la llegada de la estación oscura, el invierno siempre estuvo asociado a la estación más lúgubre y fría del calendario. "La muerte de la Naturaleza". Según la tradición, se iniciaba cuarenta días después del equinoccio de otoño, el 22 de septiembre, coincidiendo el comienzo de otro año el 1 de noviembre, cristianizado y llamado Día de Todos los Santos.

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