OPINIóN
Actualizado 06/11/2018

Llevamos algún tiempo desde que los nuevos partidos políticos despegaron que se plantea en las redes sociales y en medios de comunicación una campaña esencialista sobre la democracia española y el llamado régimen del 78.
El argumentario muy simple subraya la idea doble sobre que la democracia española es una continuidad del Franquismo ya que no hubo una ruptura democrática con el régimen de Franco, por lo tanto, las instituciones políticas actuales no representan al pueblo y son ilegítimas. La segunda idea se basa en la anterior, la monarquía actual es ilegítima y no democrática ya que no ha sido elegida por los españoles.
Esta interpretación parte de una convicción en cierta izquierda española de que el único sistema democrático es la República no solo porque el presidente de la república es elegido por el pueblo sino porque en su marco mental de referencias la Segunda República española fue el único sistema democrático y pretenden restaurarla.
Esta vieja izquierda disfrazada de nueva está profundamente obsesionada con la recuperación de una Segunda República inmaculada, modelo de democracia y espejo en el que los ciudadanos actuales debemos mirarnos.
Su intento se disfraza además de una idea que ha calado en los medios sociales más juveniles, hay que construir una nueva Constitución Republicana porque la anterior del 78 no la hemos votado y tenemos derecho a votar un nuevo marco constitucional que acabe definitivamente con el Franquismo y sus herederos políticos, el rey, los partidos corruptos de la Derecha y la Izquierda, etc.
Por si fuera poco, en medio de la crisis institucional que padecemos en Cataluña, los Independentistas, ante la desaparición del odiado Gobierno de Rajoy, han apuntado sus cañones contra la monarquía presentando un dilema astuto y falaz República catalana frente a Monarquía fascista española. República o Democracia.
Aquellos catalanes que no desean la independencia de Cataluña son tildados de fascistas y antidemócratas por no aceptar la imposición de los independentistas.
Lamentablemente, la vieja izquierda disfrazada de Nueva está haciendo el caldo gordo a los independentistas catalanes y extendiendo a toda España el conflicto político institucional.
Conviene afirmar que el sistema democrático actual no es heredero del Franquismo sino de las luchas de miles de personas agrupadas en sindicatos y partidos clandestinos y en asociaciones civiles o eclesiásticas a lo largo de la vida del Dictador Franco. Personas que fueron perseguidas, encarceladas y asesinadas por defender la democracia. Es un insulto a su memoria decir que nuestra democracia y sus instituciones es ilegítima y continuadora del fascismo.
Con todos sus defectos, nuestra democracia nos ha deparado un largo periodo de prosperidad económica y social.
No solo consolidamos en medio de grandes dificultades un sistema democrático homologable al que existe en otros países de nuestro entorno sino que además nuestra sociedad y nuestra economía ha sufrido profundas transformaciones que han mejorado notablemente la vida de los españoles.

Conviene no olvidar que hasta 1985 no existió la Sanidad universal para todos los españoles, la educación hoy dia es infinitamente mejor que durante el Franquismo con la extensión de la Educación y el aumento sustancial de presupuestos y en cuanto a la Seguridad Social y el sistema de Pensiones se estableció un sistema automático de revalorización y se crearon las pensiones No Contributivas para personas que o no habían cotizado nunca o no tenían años suficientes.
Si hoy hablamos de retrocesos en el Estado de Bienestar es porque existe desde los años 80, algo que durante el Franquismo era un simple sueño.
En definitiva, negar los grandes avances sociales y económicos de estos últimos 40 años es faltar a la verdad.
El ataque contra las Instituciones democráticas actuales por parte de los independentistas catalanes con el indirecto apoyo de una izquierda que vive de revoluciones pendientes debe ser rechazado con toda la energía que da la verdad histórica y la realidad actual de España.
Una cosa es cambiar la Constitución por vías legales, cuestión necesaria desde mi punto de vista, con el fin de mejorar su funcionamiento y otro proponer por vías ilegales su supresión mediante referéndums fantasmas en Cataluña y el resto de España.
La campaña iniciada en el Ayuntamiento de Barcelona pidiendo la abolición de la monarquía por antidemocrática y seguida por los líderes de Unidos Podemos debe ser contestada de raíz por la ciudadanía española porque identificar República con Democracia y Tiranía con Monarquía es de una enorme falsedad.
¿O es que la República de Turquía, Venezuela, China, Cuba, Argelia, Egipto, etc, etc son ejemplo de Democracia y respeto a los Derechos Humanos?.
Precisamente en Europa, los países mas respetuosos con la Democracia y los Derechos Humanos son mayoritariamente Monarquías, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, etc. En cambio, repúblicas como Hungría, Polonia o Rumania conculcan la separación de poderes del Estado y los derechos ciudadanos como ha determinado la Unión Europea.
No caigamos en demagogias estúpidas, ni la República por si misma es democrática, véanse la cantidad de Dictaduras Republicanas, ni las Monarquías son esencialmente Antidemocráticas y tiránicas.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >De Repúblicas, Monarquías y el Régimen del 78