En estas fechas, próximas a la celebración del día de los santos, vuelven a resurgir músicas que prácticamente solo se escuchan en esta época del año, como la danza macabra de Camille Saint-Saëns, el cual es un poema sinfónico de 1874 inspirado en un poema que recreaba una leyenda sobre la danza de la muerte. En él se describe a la muerte tocando el violín en la media noche del 31 de octubre llamando a los muertos y, los espíritus, en forma de esqueletos, bailan durante toda la noche hasta el amanecer.
El poema que tomó como base Camille Saint-Saëns fue el de Henri Cazalis y, gracias a él, pudo dar forma a este poema sinfónico, el cual nos ayuda a imaginar con detalle esta danza.
A pesar del rechazo que generó al público en su estreno, es una de las obras más populares de este compositor, junto con el carnaval de los animales.
Las adaptaciones para los centros educativos son numerosas, ya que en estas fechas se hace uso de ellas para adentrar a los más pequeños en la música clásica. A raíz de esta pieza encontramos musicogramas, como un gran recurso didáctico, que nos ayudan a ver la música de otro modo.
Os dejo algunos de los musicogramas que podemos utilizar en las aulas y que hacen referencia a la noche de Halloween.