El sacerdote dejó una gran huella en la comarca de Vitigudino, donde ejerció como párroco durante varios años
El pasado sábado, 20 de octubre, la iglesia de San Mateo de la capital salmantina acogió la celebración de las bodas de plata sacerdotales del párroco, Nacho Gómez, una emotiva ceremonia en la que estuvo acompañado de familiares y amigos, también de varios municipios de la comarca de Vitigudino, donde dejó una gran impronta tras su paso por estas tierras antes de su traslado a la capital, actualmente al frente de las parroquias de San Mateo y La Anunciación del Señor.
Tras la ceremonia religiosa, concelebrada con varios sacerdotes de la Diócesis, Nacho abrió delante de los fieles los obsequios recibidos con motivo de estos 25 años dedicados a la vida espiritual, un momento de gran emotividad, especialmente cuando mostraba los dibujos que le dedicaron varios niños de la parroquia, así como unas zapatillas para futbol sala, deporte que continúa practicando.