Las proyecciones de población para los próximos quince años, publicadas esta semana por el INE, vuelven a confirmar que Salamanca, León y Zamora, las provincias que más población han perdido en periodo autonómico, seguirán encabezando este lamentable ranking dentro de la comunidad autónoma, estimando el Instituto Nacional de Estadística (INE) que hasta 2033 perderán entre las tres 110.000 habitantes más.
De ellas, nuestra provincia, Salamanca, verá reducida su población en 29.016 habitantes entre 2018 y 2033, tan solo superada en la autonomía por la provincia de León (que perderá 51.890 habitantes), y seguida de cerca por Zamora (que reducirá su población en 28.612 habitantes). Son precisamente las dos provincias hermanas del antiguo Reino de León las que, en términos porcentuales, registran peores datos de toda España en la evolución que estima el INE, con un -16'3% en el caso zamorano y un -11'1% en el legionense. Salamanca, por su parte, no se quedará muy lejos de este último dato, con un -8'7%.
Por otro lado, si tomamos los datos por comunidades autónomas, aunque analizando por separado los resultados de las dos regiones que componen la autonomía de Castilla y León, podemos observar que la Región Leonesa será, junto a Galicia, la única región que perderá más de 100.000 habitantes en la próxima década y media, si bien el caso leonés será más sangrante al poseer menos población y, por ello, suponer más impacto en términos porcentuales.
Así, la Región Leonesa o País Leonés será la única región española que, según las estimaciones del INE, perderá en los próximos quince años más del 10% de su población, concretamente un -11'23%, casi el doble que la parte castellana de la autonomía (que registrará un -6'75%) o que Extremadura (-6'61%), y desde luego por encima también de los datos que registran las también vecinas Asturias (-8'48%) y Galicia (-5'13%).
Curiosamente, se podría decir que el territorio leonés se ha convertido en una especie de agujero negro, donde la despoblación se agrava profundamente, y acaba influenciando a todas las regiones que le rodean, hecho que debería hacer plantearse al Estado la necesidad de tomar medidas profundas y urgentes para el desarrollo de la Región Leonesa.
En este sentido, las previsiones del INE, unidas a los datos reales cosechados entre 1983 y 2018 (es decir, entre la creación de la autonomía de Castilla y León y la actualidad), desembocarían en una pérdida de población de más de 250.000 habitantes para la Región Leonesa entre 1983 y 2033 de cumplirse dichas previsiones.
| Habitantes Año 1983 | Estimación 2033 | Diferencia |
León | 526.439 | 414.141 | -112.298 (-21%) |
Zamora | 226.237 | 147.294 | -78.943 (-35%) |
Salamanca | 365.512 | 304.699 | -60.813 (-17%) |
TOTAL REGIÓN | 1.118.188 | 866.134 | -252.054 (-23%) |
Esto implicaría que en apenas medio siglo, las provincias de León, Zamora y Salamanca habrían perdido en conjunto el 23% de su población, lo que supondría el peor dato de una región en toda España.
En cuanto a los datos provinciales, de cumplirse las previsiones del INE para 2033, Salamanca habrá perdido en medio siglo más de 60.000 habitantes, lo que equivaldría a que se hubiesen vaciado por completo los partidos judiciales de Ciudad Rodrigo, Vitigudino y Peñaranda de Bracamonte (teniendo en cuenta el actual número de habitantes de los mismos), pasando la provincia de 365.512 habitantes en 1983 a 304.699 en 2033.
En términos porcentuales, la despoblación de la provincia salmantina sería del -17%, lejos no obstante del dato de la vecina Zamora, que habrá perdido el 35% de su población en medio siglo, pasando de 226.237 habitantes en 1983 a 147.294 en 2033 según prevé el INE. Entre ambas se situaría la provincia de León, que reducirá su población de los 526.439 habitantes de 1983 a los 414.141 que le estima el INE en 2033.
En definitiva, las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre proyección de población en los próximos quince años apuntan a que, o cambiamos mucho las cosas, o los peores datos en despoblación los seguiremos teniendo en la Región Leonesa, con un vaciamiento paulatino de Salamanca, Zamora y León que se uniría al que ya venimos sufriendo en las últimas décadas.
Llama la atención, no obstante, la insistencia de las autoridades que nos gobiernan en mantener intacto el invento autonómico de Castilla y León, cuando los resultados muestran que, en lo que concierne a la Región Leonesa, Castilla y León no funciona, nunca ha funcionado y va a seguir sin funcionar, tal y como apuntan los datos del INE.
Y como cuando algo no funciona, lo lógico y normal es probar a cambiarlo por algo que pueda tener un mejor resultado, es tiempo de que nos planteemos poner otras opciones encima de la mesa y, por qué no, debatir sobre crear una comunidad autónoma de la Región Leonesa, que pueda enfocar las inversiones hacia las necesidades de Salamanca, Zamora y León.
Entretanto, los datos socioeconómicos que hemos registrado estas provincias hasta ahora, y los que prevé para el futuro el INE de seguir todo igual, indican que Salamanca, Zamora y León solo pueden seguir en la comunidad de Castilla y León la ruta de la autopista hacia el infierno ("Highway to Hell" que decía la canción). Hagamos algo cuanto antes, o nos acabamos de ir al garete.