Emotivo encuentro con motivo del 82 aniversario de su famosa frase ante los militares franquistas: "venceréis pero no convenceréis"
Aunque algunos investigadores no están de acuerdo, el 12 de octubre de 1936, en plena Guerra Civil española, Miguel de Unamuno podría haber pronunciado la famosa frase "Venceréis pero no convenceréis" en un discurso en la Universidad de Salamanca. Fue la contestación a José Millán-Astray, general del bando sublevado y fundador de la Legión, que interrumpió la intervención del escritor con la exclamación "¡Mueran los intelectuales!".
La Universidad de Salamanca ha organizado este viernes, en el Paraninfo, el acto 'Vencer y convencer. Unamuno toma la palabra' como homenaje a la figura del exrector Miguel de Unamuno coincidiendo con el 82 aniversario del conocido como 'incidente del Paraninfo'.
Moderada por la directora de la Casa Museo Unamuno, Ana Chaguaceda, la actividad ha contado con la participación del escritor y profesor de Literatura Española de la Universidad de Salamanca, Luis García Jambrina, quien pronunció la conferencia 'Yo sé quién soy: Unamuno como personaje literario'; el locutor Juanjo Cardenal, célebre por su participación en el programa 'Saber y Ganar' de La 2, que dio lectura a poemas y textos de Unamuno, y el rector Ricardo Rivero, que no dejó pasar la oportunidad para referirse a uno de los textos citados por Cardenal, la carta de Unamuno al rector Madruga en la que, a poco más de un mes de su muerte, don Miguel lamenta su situación personal y trata de resolverle a su sucesor algunos asuntos de intendencia rectoral.
En una abarrotada Aula Magna del Estudio salmantino, los asistentes han tenido la oportunidad de transitar por la vida de don Miguel a través de sus escritos. Así, la voz de Juanjo Cardenal -quien regresaba a la Universidad de Salamanca tras haber participado en 2014 en el recital 'Unamuno en profundidad' con el que se conmemoró el 150 aniversario del nacimiento de don Miguel- los ha adentrado en aspectos como su intimidad ('Incidente doméstico') o su amor por los animales ('Elegía en la muerte de un perro') pero también en su pensamiento ('En horas de insomnio', 'Vuelven a mí mis noches'), en su idea de España desde el exilio ('Un hijo de españoles') e, incluso, en su última voluntad al acometer el instante de la muerte ('A mi buitre'), que le sobrevino el último día de 1936.
Por su parte, García Jambrina reflexionó sobre la figura del literato, filósofo y rector de una Universidad de Salamanca que le abrió en varias ocasiones sus puertas como bastión intelectual de una ciudad que adoraba al escritor nacido en Bilbao. No en vano llegó incluso a ocupar una Concejalía en su Ayuntamiento hasta que, 24 horas después del célebre incidente del Paraninfo, del que hoy se cumplen 82 años, fue desposeído de su acta. Siete décadas después aquella decisión fue revocada.
El autor de la trilogía de 'Los Manuscritos' se detuvo en la figura de Unamuno como personaje literario, considerándola "la mejor creación del propio Unamuno", que la fomentó bien proyectándose en sus propias obras, bien identificándose de manera progresiva con Don Quijote "al que imita y, en ocasiones, de manera muy consciente". A juicio de Jambrina, algunas de las acciones que marcaron la vida de Unamuno son "muy quijotescas", un adjetivo que encaja con lo sucedido en el Paraninfo aquel 12 de octubre de 1936 "y con el que culmina su trayectoria".
Los días postreros del siempre recordado rector son, entiende Jambrina, otra analogía con la figura del personaje de Cervantes, derrotado y esperando en su hogar la llegada de la parca.
Fotos de Alberto Martín